(Debates de poder para una estrategia final)

Título original: Churchill
Año: 2017
Duración: 110 min.
País: Reino Unido
Director: Jonathan Teplitzky
Guion: Alex von Tunzelmann
Música: Lorne Balfe
Fotografía: David Higgs
Reparto
Brian Cox, Miranda Richardson, John Slattery, James Purefoy, Julian Wadham,Richard Durden, Ella Purnell, Danny Webb, Jonathan Aris, George Anton,Steven Cree, Angela Costello, Peter Ormond, Suki Waterhouse
Productora
Salon Pictures / Tempo Productions Limited
Género
Thriller | Biográfico. Años 40. Política
Sinopsis
En 1944 las fuerzas aliadas -un millón de soldados reunidos en la costa sur inglesa- están preparadas para el desembarco. 48 horas antes de la operación, Winston Churchill se enfrenta con sus generales y aliados norteamericanos para decidir cómo afrontar lo que se convirtió en el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial.

Crítica:

Puede que no nos sorprenda la presentación del personaje, es cierto que refleja su petulancia y engreimiento, pero también sus debilidades y cargos de conciencia por algunas decisiones erróneas tomadas en su participación en la Primera Guerra Mundial que costó muchas miles de víctimas de soldados compatriotas suyos.
Aún así, presentado como un ser prepotente para todos, que parece estar por encima del bien y del mal, esas dudas, ese empecinamiento en enmendar errores, esas flaquezas lo hacen humano. ¿Qué más se puede pedir de uno de los políticos de mayor prestigio y respetados del Siglo XX, con una mente privilegiada que le llevó a conseguir el Premio Nobel de literatura en 1953.
En la película lo vemos enfrentarse a Eisenhower, e incluso a generales de su propio Pais –como por ejemplo, Montgómery- que era subordinado suyo y que no le hizo demasiado caso para abortar la planificación de la mayor operación de desembarco de tropas llevado a cabo hasta el día de hoy en una guerra. En ese menoscabo de su opinión es donde radica su mayor drama y angustia, sobre todo la que le infringe el general americano, que es el encargado y principal responsable de la operación, no obstante, cumple su papel oficial, encomendado por el Pais, con un inteligente y brillante discurso trasmitido por radio, animando .a sus tropas e insuflándoles coraje y orgullo en la misión.
En fin, estrategias militares que tuvo que desarrollar –en contradicción con su verdadera creencia y sentimiento- en esa dura guerra. Algo dramático y nada glorioso para su conciencia.
El problema de Taplitzky es que nos ha querido presentar a ese personaje con un lenguaje demasiado engolado, queriendo enfatizarlo sin necesidad, como si quisiera reivindicarlo para el orgullo patrio, recreándose en él sin conseguir la tensión dramática suficiente que requiere el film, el personaje y la historia en sí. Aunque Brian Cox y Miranda Richardson estén estupendos y se esfuercen por crear un clima personal de tensión extrema, como marido y mujer, que se relacionan como centrifugados en el centro de un huracán y que podría ser el contrapunto perfecto que intensifica el drama que se libra tomando decisiones capitales para ganar la guerra.
Así que, el film queda como una fría mirada para la historia, interesante, pero sin llegar a entusiasmarnos, ideal, eso sí, para verla tranquilamente en la televisión de casa, pero con pocas aportaciones cinematográficas a destacar y algo falta de ritmo, a pesar de lo explosivo de la situación no ha sabido cargarla de la dramaturgia que requería el tema.

P. M.