Título original

Demolition

Año: 2015

Duración: 100 min.

País:  Estados Unidos

Director: Jean-Marc Vallée

Guión: Bryan Sipe

Fotografía: Yves Bélanger

Reparto

Jake GyllenhaalNaomi WattsChris CooperPolly DraperWass StevensJudah LewisStephen BadalamentiZariah SingletaryAlfredo NarcisoGeorge J. Vezina,Helen BrackelBen ColeLytle Harper

Sinopsis

Davis Mitchell (Jake Gyllenhaal) es un exitoso ejecutivo que lucha por entender su desconexión emocional tras la repentina y trágica muerte de su mujer Julia (Heather Lind) en un accidente de coche. A pesar de la presión de su suegro (Chris Cooper) para recuperarse, Davis continuará desconcertado y lo refleja desmontando compulsivamente objetos de su alrededor hasta que conoce a Karen (Naomi Watts). Con la ayuda de ésta y su hijo Chris, comenzará un proceso de reconstrucción de la vida que alguna vez conoció.

Críticas

Una película profunda y en cierta forma desafiante y  corrosiva con una muy buena interpretación  de Jake Gyllenhaal, que se pasa la duración del film en una especie de ensoñación  latente con los ojos despiertos y el corazón hecho trizas, dando pie a que su cuerpo se revuelque en los últimos años de sus relaciones maritales y laborales para vomitar ese pasado que detesta.

Tras un amago de culpabilizar a los demás de su destino y revolver sus tripas en el fango, llega a la sabia reflexión que él es el único culpable, tanto de su detestables éxitos –no sabemos si merecidos o por enchufe del suegro- como de los  fracasos, pero antes habrá pasado por un proceso de deconstrucción de todo lo que ha significado su vida en los últimos 10 años y el sufrimiento, en el proceso de intentar -como el ave Fénix-  renacer de sus cenizas.

La temática es una continuación de sus dos anteriores películas,  “Dallas Bayer Club”, y “Alma salvaje” en las que el personaje central se ve abocado a una disyuntiva extrema; huye de la realidad convencional que le rodea y emprende un desafío personal hacia el entorno como única vía de escape para encontrar su verdadero yo y salvarse sin saber realmente a donde le llevará el camino.

En este caso, creo que  Jean-Marc Vellée y su guionista Bryan Sipe, no han mesurado bien las acciones de ese personaje y nos ofrecen una serie de actuaciones algo snobs, que por momentos desequilibran la racionalidad lógica del espectador, que puede llevar a desorientación de si nos está hablando en clave de metáforas, simbólicos o realistas. Asimismo, la introspección que Jake Guillenhaal hace de su personaje, Davis Mitchel, tiene tanta fuerza que es fácil dejarse arrastrar por su ilógico proceder, esperando que el final de su desorientación llegará, y aunque intuimos como y cuando, no le resta interés al desenlace.

En su conjunto, y pese a su pretenciosidad y, creo, que desmesurada ambición por crear un film desbordante y no conseguirlo, sigue siendo un más que aceptable ejercicio cinematográfico del director canadiense.

Pepe Méndez