Hitman: Agente 47l

Twentyeth Century Fox Film Corporation/TSG Entertainment

Año: 2015

Duración: 96 min.

Pais:  Estados Unidos

Director: Aleksander Bach

Guión: Michael Finch, Kyle Ward,

Música: Marco Beltrami

Reparto: Ruperd Friend, Zachary Quinto, Hannah Ware, Ciarán Hinds, Thomas Kretschman, Emilio Rivera, Jerry Hoffman, David Bruckner, Dan Bakkedahl

Sinopsis:

«Agente 47» narra la historia de un asesino de élite que ha sido genéticamente alterado para convertirse en una perfecta máquina de matar. Su objetivo es acabar con una gran corporación que planea desvelar los secretos de su organización secreta. Para ello, forma equipo con una joven.

Comentario critico:

 

El cine siempre se ha inspirado en las corrientes artísticas de moda para introducir costumbres y tendencias en los gustos sociales que terminan impregnando con gran influencia la manera de entender la cultura y la diversión en las generaciones más jóvenes, -aquellos que están todavía en proceso de formación- pero que muchas veces termina arrastrando a las generaciones más maduras. Para bien o para mal de la industria, es bien cierto que la inspiración pura de los guionistas y directores de cine, -con guiones originales que no provengan de adaptaciones literarias- se ha dado en un bajo porcentaje de películas, sobre todo a lo largo de su historia más reciente. La mayor fuente de inspiración para hacer una película, y lo más fácil  – ya desde Melies con su “Viaje a la luna” – ha sido la literatura. Básicamente ahí nace y ahí sigue inspirándose la industria tal como la conocemos en la actualidad, aunque haya cambiado su mercantilización. A veces también se ha servido de la historia, de la pintura, de las biografias, o de algunas aventureras experiencias personales. También el cómic, -desde “GODZILA” a “TIN-TIN”-  ha servido de inspiración para lograr algunas felices adaptaciones al medio cinematográfico, frecuentemente  con gran rentabilidad en taquilla, aunque en ocasiones haya cosechado algún que otro fracaso. Pero en este género, dado que parten de un medio con cierta similitud de lenguaje y un márqueting previo, -pues es evidente que se cuenta con la información del número de lectores del cómic y seguidores del personaje que se pretende adaptar- se entiende que el proyecto parte con cierta ventaja en el cálculo del productor sobre el posible éxito o fracaso comercial del producto final.

Pero estamos en la  era digital y el nacimiento del videojuego ha servido para darle un empujoncito al lenguaje cinematográfico en su vertiente de adaptaciones y a la manera nueva de presentarlo al público. Así que, de un tiempo a esta parte toca llevar al cine personajes y adaptaciones – y aquí la historia que se cuenta no es tan importante como la acción y los efectos visuales- nacidos para el videojuego. Una de las últimas producciones de este género abordado por la productoraTSG Entertaiment y Twenty Century fox es “Hitman, agente 47” que ya va por su segunda entrega, esta vez dirigida por Aleksander Bach, y aunque no dudo que todos los que han colaborado en el proyecto hayan puesto las mejores intenciones, tanto en la del 2007 como esta recién estrenada del 2015, ninguna de las dos ha logrado convencer del todo ni a la crítica ni al público, aunque la opinión del espectador esté dividida y coincidan bastante en que esta versión es superior, sobre todo más espectacular, y está dotada de unos mejores efectos visuales que la dirigida por Xavier Gens en el 2007.

Sin entrar en considerandos ni profundidades, si el espectador es capaz de dejarse embaucar por la historia que nos cuenta todo será más fácil para sumergirse en la estética del film y su ritmo incansable de acción y secuencias al servicio de la espectacularidad, de esta manera, y aunque algunas no estén del todo logradas tienen el suficiente desparpajo como para no andar con análisis perfeccionistas, y si en algún momento decayera el interés de la acción aparece  Marco Beltrani con su banda musical, acertadamente funcional, para ayudar a seguir con cierta complicidad  la historia.

El actor Ruperd Friend, estrella de “Homeland”, tiene aquí una caracterización algo opaca, pero cumple poniendo la cara y dejando que la cámara haga lo demás. Desde luego, no es un papel para ser nominado al oscar pero entra en su caracterización, dando vida a un personaje muy rígido y acartonado, y en momentos también –no sabemos si con intencionalidad- bordeando lo irreal, aunque es posible que eso no sea suficiente para que algún fan de ese tipo de producto pueda desengancharse.

Una película que posee los ingredientes necesarios –aunque claramente mejorables– para satisfacer a su público, es evidente que no se pretende nada más.

 

Pepe Méndez