Año:2019

Duración: 104 min.

País: Francia

Dirección: Nicolas Pariser

Guion: Nicolas Pariser

Música: Benjamin Esdraffo

Fotografía: Sébastien Buchmann

Reparto

Fabrice LuchiniAnaïs DemoustierNora HamzawiLéonie SimagaAntoine ReinartzMaud WylerAlexandre SteigerPascal RénéricThomas RortaisThomas Chabrol

Sinopsis

El alcalde de la ciudad de Lyon (Francia), Paul Théraneau, se encuentra en una posición delicada. Tras pasar 30 años en política se empieza a a quedar sin ideas y siente que sufre una especie de vacío existencial. Para superar esta adversidad, Paul decide contratar a una brillante filósofa, la joven Alice Heinmann. Entre ambos se desarrolla un diálogo en el que sus respectivas personalidades cambian drásticamente su forma de ver y entender el mundo.

Crítica:

Los consejos de Alice es un film de rabiosa actualidad social y política que, en clave de comedia, utilizando un discurso narrativo distendido y coloquial, expone, con inteligencia y cierta ternura en el trato con todos los personajes, y,  hace un repaso bastante completo de unos cuantos temas de nuestra sociedad global, así como de relaciones afectivas individuales y del compromiso moral  del ser humano por mejorar su entorno a través de la política, pasando por las luchas internas de poder, la soledad del triunfador cuando le llega la falta de inspiración creativa para para ejecutar con determinación los proyectos, momentos en los que se siente impotente por impedir el declive profesional ante sus compañeros y ante la competencia.

Nicolas Pariser no pretende hacer un retrato sobre la última gran crisis económica, sino que la expone en paralelo, como reflejo directo del declive del personaje principal en primera persona -el alcalde de Lyon Paul Théraneau- y su desarrollo en el cargo, y, a través de ambos: desarrollo de funciones por una parte y, aptitud intimo personal, por otra, dar una visión general de la crisis democrática en la que han entrado nuestras sociedades.

También contrapone el cambio generacional, la filosofía en el pensamiento que va impregnado el modo de plantearse la forma de vivir de los jóvenes -sin profundizar excesivamente, quizá no hacía falta para reflejar esa realidad- encarnada en esa joven consejera Alice Heinmann, de pensamiento puro, natural y sin demostrar ninguna aparente manifestación de ambición, aparte de querer ser útil para lo que le han contratado.

Dos generaciones, dos planteamientos de encarar el futuro, dos vidas: el pasado y el futuro que se encuentran y se separan como ley natural con admirable respeto y encaje de destinos.

 Es un gusto ver la relación profesional y humana que hacen de sus personajes los actores que los encarnan; el veterano y dúctil  Fabrici Luchini y la jovencísima y brillante Anaïs Demoustier, exquisitos en cada momento, sobre todo esta última, acompañada su actuación por una espléndida naturalidad que te enamora.

Una comedia que se inspira en la vida y como en un espejo reflejado, nos muestra la actualidad en la que nos desenvolvemos, sin grandes traumas ni grandes alardes de júbilo, entramos en la historia que nos cuenta y nos dejamos llevar por el interés de esas personas que amablemente, con más o menos acierto y preocupación luchan por seguir mejorando ellos y lo que puedan de su entorno.

Pepe Méndez