Título original

Demain tout commence

Año: 2016

Duración: 115 min.

País:  Francia

Director: Hugo Gélin

Guion

Hugo Gélin, Mathieu Oullion, Jean-André Yerles (Historia: Guillermo Ríos, Leticia López Margalli, Eugenio Derbez)

Música: Rob Simonsen

Fotografía: Nicolas Massart

Reparto

Omar SyClémence PoésyAntoine BertrandGloria ColstonKarl Farrer,Anna CottisSusan FordhamPhelim KellyRichard BanksAttila G. Kerekes,Andy MihalacheDavid LoweGeorge JohnstonJohn HeartstoneSian Altman,Alexandra KissClaire Ashton

Sinopsis

Samuel vive la vida sin responsabilidades en la playa en el sur de Francia. Hasta que un día, una de sus antiguos amores le deja en los brazos a un bebé de pocos meses, Gloria: su hija. Incapaz de cuidar de un bebé y decidido a devolverle la niña a su madre, Samuel se va a a Londres para tratar de encontrarla pero no tiene éxito. Ocho años más tarde, mientras que Samuel y Gloria viven en Londres y son inseparables, la madre de Gloria regresa a su vida para recuperar a su hija. Remake de ‘No se aceptan devoluciones’ (2013), la película mexicana más exitosa de la historia. (FILMAFFINITY)

Crítica:

Quien haya visto la película mexicana “No se aceptan devoluciones” (2013) dirigida por Eugenio Derbez ya sabrá de que va “Mañana empieza todo” pues esta es un remake de aquella, con algunas diferencias (no demasiadas) suponemos que por aquello de “ lo que  allí funcionó aquí también debe hacerlo”. Y así es.

Película de historia ligera, pero efectiva para aquellos corazones más sensibileros que les encanta dejarse llevar por la comedia de sonrisa fácil disfrazada con un toque final  de profundidad dramática, aunque sea irreal y poco creíble, pero bien construida.

Una parte del éxito de la película se basa en el tirón de los intérpretes, bien elegidos, tanto Omar Sy como la niña Gloria Colston, acompañados por el actor canadiense  que, aquí, sin hacer nada extraordinario borda su papel de comparsa, pero que, en los momentos que le corresponde se erige en protagonista, y una Clemence Poesy que sabe transformarse, para convertirse en tres mujeres a la vez; la desamparada, la madura y la inflexible; copia menor del personaje que interpreta Meryl Streep en Kramer contra Kramer, pero con parecidos efectos.

Un final ambiguo, pero con gotas muy efectivas de reflexión filosófica sobre el aprendizaje de saber vivir y conformarse cada día con la parte de felicidad que este le depare, hace que, por momentos, con  la introducción de ese ingrediente romántico nos olvidemos de todo lo demás. Aunque sabemos que en la vida real las cosas no son así, las aceptamos gustosamente en la película. Nada trascendente. Pero sí amablemente agradecidos.

Pepe Méndez