Marie Curie

 

Año: 2016
Duración: 95 min.
País: Alemania
Director: Marie Noëlle
Guion: Marie Noëlle, Andrea Stoll
Música: Bruno Coulais
Fotografía: Michal Englert
Reparto
Karolina Gruszka, Arieh Worthalter, Charles Berling, Izabela Kuna, Malik Zidi, André Wilms, Daniel Olbrychski, Marie Denarnaud, Samuel Finzi, Piotr Glowacki, Jan Frycz, Sabin Tambrea,
Productora:
Coproducción Alemania-Polonia-Francia.

Sinopsis
Al poco tiempo de que el matrimonio formado por Marie Curie (Karolina Gruszka) y Pierre Curie (Charles Berling) obtuviera el Nobel de Física, Pierre muere en un trágico accidente. Sola con dos niños, la treinteañera Marie se aferra a sus estudios científicos en un mundo dominado por los hombres, convirtiéndose en la primera mujer en recibir una cátedra en la Universidad Sorbona de París. En lugar de disfrutar de la fama que se ha ganado por su portentoso trabajo de investigación, Marie, se ve difamada por cometer adulterio.

Crítica:
Todo el mundo sabe que Marie Curie, mujer polaca, nacida en Varsovia, residente y casada en Francia, fue la primera mujer en obtener 2 Premios Nobel, uno de física (1903) y otro de química (1911), una incuestionable heroicidad en cualquier momento, pero mucho más en aquella época y tratándose de una mujer, en un mundo, el de la ciencia, copado casi exclusivamente por hombres, con mentalidad , en muchos aspectos, regidos por una cultura y unos hábitos con principios, todavía, arraigados en el S.XIX. y con aspectos no demasiado alejados de la Edad Media.
Noelle, la directora y alma de la película, trata de narrarnos esos logros sin inmiscuirse demasiado en los problemas que su trabajo le acarreaba en el entorno familiar, para ella, su mayor felicidad era trabajar junto a su marido –con el cual tuvo dos hijas- para conseguir unos resultados que pudieran ayudar a mejorar y curar la salud de la humanidad. Marie Noelle, nos la presenta no tan solo como un icono en su vida profesional, sino también como una mujer valiente que simboliza, con su actitud casi pasiva, estoica, soportando el sufrimiento y problemas que le acarrearon sus sentimientos -por corresponder al amor de un hombre casado- la lucha en defensa de la libertad de los sentimientos, de los que no renunció, a pesar de la campaña contra ella que la prensa amarilla de la época, y del acoso que le persiguió hasta su propia casa, para desprestigiar a una mujer que siempre había mostrado fidelidad y reconocimiento al nombre de su esposo, muerto hacía cinco años cuando estalló el escándalo.
La película se desarrolla entre dos mundos, cerrados ambos: el de la tenacidad por los brillantes descubrimientos, en donde despliega su defensa para la aplicación de estos en el campo de la medicina, y, por otra parte, el mundo de los sentimientos, cuando, tiempo después de enviudar se vuelve a enamorar de su compañero de investigación. Este hecho y después de la campaña contra ella, le llevó a plantearse volver a su país natal, Polonia, pero pese a las presione lo descartó. También le aconsejaron que renunciara a recoger el segundo Premio Nobel, que en ese momento le acababan de otorgar, pero no transigió, y aparte de que le negaban una cátedra en la universidad ella siguió insistiendo.
Esos son los aspectos nuevos de una mujer extraordinaria, que nos desgrana esta película. Noelle, realiza un planteamiento de puesta en escena sobrio, fino y respetuoso, y muestra su adoración por el personaje, otorgándole, con la mesurada y acertada interpretación de Carolina Gruszka, una categoría bien merecida de la científica. El guion también es excelente, y da como resultado un film que no se pierde en estridencias ni escándalos espectaculares, si no que, sigue con ritmo pausado, pero con pasión, la lentitud de los días en que se convierten tantas horas de estudio encerrados en un laboratorio y la complicidad, -si se hace con amor- que puede llegar a establecerse entre los compañeros. Ese aislamiento y la posible soledad del exterior nos lleva a entender todo lo demás.

P. M.