Adú 

Año: 2020

Duración: 119 min.

País: España

Dirección: Salvador Calvo

Guion: Alejandro Hernández

Fotografía: Sergi Vilanova

Reparto

Luis Tosar, Anna Castillo, Álvaro Cervantes, Jesús Carroza, Miquel Fernández, Ana Wagener, Nora Navas, Marta Calvó.

Sinopsis

En un intento desesperado por alcanzar Europa y agazapados ante una pista de aterrizaje en Camerún, un niño de seis años y su hermana mayor esperan para colarse en las bodegas de un avión. Tres historias unidas por un tema central, en las que ninguno de sus protagonistas sabe que sus destinos están condenados a cruzarse y que sus vidas ya no volverán a ser las mismas.

Crítica

La claridad del discurso queda patente en el subrayado dé cada uno de los conflictos dramáticos que Salvador Calvo nos va desarrollando a través de unas imágenes llenas de agónica belleza, que se mueven entre el leitmotiv de la inocencia y la desesperación.

Las historias convergen a medias, aunque no quedan engarzadas del todo, a pesar de que nos esperamos, para complacencia del espectador, que cierren el círculo de una manera más completa, sin dejar cabos sueltos de guion, pero visto el desenlace final no ha de importar demasiado, porque las  imágenes que nos muestran el camino por el que se ven obligados a transitar los personajes, en la mayor parte del discurso están tan llenas de fuerza, debido a su elocuente salvaje belleza, así que ciertas fisuras de guion pasan a tener un interés secundario.

El director consigue reflejar, a través de un primer plano, toda la belleza y la tragedia de la inmensa África y, hacernos comprender, la soledad, el desamparo y la angustia de vivir en un lugar en que, la lucha por la supervivencia diaria no te garantiza seguir viviendo un día más. Por eso escapan y se atreven a cruzar desiertos fronterizos, mares y barreras, con la esperanza de encontrar un resquicio de solidaridad humana en nuestro idealizado continente.

Adú, es un film realizado con honestidad, necesario, que nos acerca al ser humano sea quien sea y venga de donde venga y, puede hacer comprender a los que no lo entiendan, que salir de nuestro confort y acercarnos a la orilla de la solidaridad es necesario y además, no es peligroso, aunque haya grupos de poder que nos intenten convencer de lo contrario.

En lo cinematográfico, viendo ADÚ es admirable constatar una vez más, la solidez y solvencia de nuestra industria, tanto desde el punto de vista técnico como artístico, con un plantel de actores y actrices excelentes que sobresalen en sus interpretaciones, encarnando con pasión, sobriedad o ternura, cuando la escena lo requiere, a cada uno de sus personajes, así como descubrir el talento de jóvenes no profesionales y trasmitir a través de ellos tantas sensaciones.

Todo ello hace que la película tenga un ritmo de tensión permanente, tanto por la fuerza de sus imágenes, el montaje, o el desarrollo de las historias, complejas ¡pero tan humanas!

Pepe Méndez