DAVID LYNCH
Año: 2016
Duración: 90 min.
País: Estados Unidos
Director
Rick Barnes, Jon Nguyen, Olivia Neergaard-Holm
Música: Jonatan Bengta
Fotografía: Jason S.
Reparto:
Productora
Duck Diver Films / Hideout Films / Kong Gulerod Film
Género
Sinopsis
Narración por él mismo, y repaso de su vida, desde su más tierna infancia y vivencias recordadas con su entorno familiar y amistades que han influido para conformar posteriormente el personaje que es hoy como artista y como persona.
Comentario crítico:
Los que le conocen saben que no se puede considerar a DAVID LYNCH como un típico director de cine que hace películas como única pasión. Para él el cine es un arte impregnado de misterio, con alguna truculencia en su estructura argumental, acentuada por él de una manera relevante pero que, básicamente, se forja con la materia moldeable de la luz. La misma luz con la que estudia y moldea, pincelada a pincelada, sus elaboradas imágenes en el lienzo. En la pintura empezó a materializar su pasión artística y en el cine, pudo vehicular una parte de su talento. Pero eso fue después.
Lo que nos cuenta David Lynch, con una naturalidad nada enfática, son los primeros recuerdos de su vida. Nos deja entrever su admiración apasionada por su madre, y la relación afectuosa paternal, así como el entorno de juegos infantiles y, como él, ya desde muy joven se siente diferente, respaldado siempre con el caluroso aliento de su madre.
Hemos de aclarar que no es el típico documental que desgrana su obra cinematográfica película a película, pasando por secuencias, planteamientos artísticos, análisis argumentales, elaboración de bandas sonoras, etc. Esta película nos hace viajar con la persona hacia la interioridad de su niñez y adolescencia, pero que cuando llega al mundo del cine se detiene para volver al ser humano que fue en su adolescencia, y como afrontaba su futuro a partir de la creación pictórica, impregnándose en la cultura de los pintores clásicos, alejado todavía de lo que habría de ser su carrera cinematográfica.
Atípico documental sobre un personaje que ha dirigido películas como “Cabeza borradora”,”El hombre elefante”, “Dune”, “Terciopelo azul”, o la mítica serie de TV “Twin Peaks” que para muchos es un ser enigmático, en cierta manera misterioso, con una visión muy personal de las cosas y hasta del paisaje, impregnado de una cierta truculencia que nace misteriosamente de la mente de un ser, a primera vista nada diferente de cualquiera de nosotros. Aquí puede radicar una de las virtudes del documental: acercarnos a una persona normal, de vida sosegada, sin ostentaciones aparentes ni virtuosismos radicales llenos de espectáculo pero vacío de contenido espiritual, porque el valor de la creación está en el interior de cada uno de nosotros, calladamente, y se trata de intentar materializarlo con un lenguaje nada engañoso, que lo entiendan los demás. Y para lograrlo no debemos cansarnos de buscar dentro de nosotros mismos, no en la traca exterior. Y creer sin desmayo, que podemos alcanzarlo.
Pepe Mendez