Título original: The Nile Hilton Incidentaka
Año: 2017
Duración: 106 min.
País: Suecia
Dirección: Tarik Saleh
Guion:Tarik Saleh
Fotografía: Pierre Aïm
Reparto
Fares Fares, Tareq Abdalla, Yasser Ali Maher, Nael Ali, Hania Amar, Slimane Dazi, Ger Duany, Ahmed Abdelhamid Hefny, Ahmed Khairy, Mari Malek, Ahmed Selim, Hichem Yacoubi, Mohamed Yousry
Productora
Coproducción Suecia-Dinamarca-Alemania-Marruecos; Atmo Production / Final Cut for Real / Kasbah-Film Tanger
Sinopsis
Noredin, un detective corrupto con un futuro brillante en el cuerpo de policía, y cuyo principal propósito no es exactamente hacer el bien sino hacerse rico, es enviado al hotel Nile Hilton, donde acaban de descubrir el cadáver de una hermosa mujer. La identidad de ésta, sus conexiones con las élites de El Cairo y otros incidentes más personales acabarán llevando a Noredin a tomar decisiones trascendentales y a descubrirse a sí mismo.
Comentario crítico:
Cine negro narrado en un lenguaje angosto, con inevitables tintes del género truculento teñido de intrigas de políticos corruptos. Obra llena de penumbras pero bien contada, según la corriente actual del cine escandinavo. Tarik Saleh, de nacionalidad sueca pero de padre egipcio, se fue a rodar a El Cairo un reflejo de la situación social del momento, lo que seguramente no hubiera podido hacer nadie con pasaporte de este país, pero él puede y sabe bien, por su relación familiar, cómo funcionan las cosas por ahí, así que nos ofrece una película llena de escalofriante realismo social y político, en tiempos de la primavera árabe, lo cual es de agradecer para una parte del mundo que no tiene fácil acceso a saber como suceden las cosas en ese País, y que se deja llevar por la publicidad engañosa de los medios y por la idealización de un cambio en esos países, vista desde una perspectiva de mentalidad occidental que poco tiene que ver con la realidad de las estructuras de poder enraizadas en esa parte del mundo.
Tarik Saleh retrata un mundo tan degradado que impresiona por el deterioro moral generalizado que nos trasmite, pero aunque puede parecer irreal, por lo excesivo, el sabe perfectamente que eso es un documento social que refleja la pura realidad de lo que allí estaba pasando, sin que el tiempo transcurrido desde entonces haya variado demasiado el comportamiento de las personas que ostentan algún tipo de poder. Esa es la radiografía que como documento desolador queda patente en el film, y que al salir de la sala nos hace respirar aliviados, pensando que en comparación, y aunque sea una falsa ilusión que nos lleva a un falso consuelo, vivimos en un País limpio e inmaculado. Pensamiento que durará solamente escasos segundos antes de echarnos a reír, sabiendo que es un pensamiento pasajero propio de un ingenuo confiado.
La estructura argumental y el pulso narrativo son tan sólidos en este film como el mejor cine filmado por cualquier maestro en los años de gloria de este género. Su discurrir sobrio y conciso nos atrapa desde el principio con una fotografía de texturas contrastadas que llenan de profundidad cada encuadre que capta la cámara, acompañadas por unas interpretaciones ajustadas al drama sin lugar a dudas, ni concesiones hacia la ternura.
Una de las mejores películas (quizá la mejor) del cine sueco del presente año.
P.M.
Premios
2017: Festival de Sundance: Mejor película internacional
2017: Seminci de Valladolid: Espiga de oro, mejor director y mejor guion
2017: Premios César: Nominada a Mejor película extranjera
2017: Premios Guldbagge (Suecia): 5 premios, incluyendo mejor película. 8 nom.