El esecnario es vital para un actor. En el escenario la interpretación es toda tuya. Nadie puede editar y dejarte fuera.
Un 29 de marzo nació Arthur O’Connell, actor estadounidense que compaginó teatro con cine, haciendo también muchísima televisión. Sus inicios teatrales le permitieron hacer muy pequeños papeles en el cine —intervino en 74 películas—, como por ejemplo en ‘Ciudadano Kane’ (‘Citizen Kane’ Orson Welles, 1941).
Su bigote, y sobre todo su carismática mirada le hacía perfecto para personajes entrañables y bonachones, causando un gran impacto en el espectador cuando le daba por bordar personakes malvados. Fue nominado dos veces al Oscar, en la categoría de actor secundario —a las órdenes de Joshua Logan y Otto Preminger—. Murió a los 73 años debido al Alzheimer.
Películas imprescindibles para un buen homenaje:
‘Picnic’ (íd., Joshua Logan, 1955)
‘El hombre del oeste’ (‘Man of the West’, Anthony Mann, 1958)
‘Anatomía ade un asesinato’ (‘Anatomy of a Murder’, Otto Preminger, 1959)
‘Un gángster para un milargo’ (‘Pocketful of Miracles’ Frank Capra’, 1961)
‘Viaje alucinante’ (‘Fantastic Voyage’, Richard Fleischer, 1966)
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La noticia El imprescindible Arthur O’Connell fue publicada originalmente en Blog de cine por Alberto Abuín .
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