Entrevista:

Inés París habla de  su última película

“La noche que mi madre mató a mi padre”

 

La guionista y directora de cine ha presentado esta semana su última película en el Festival de Málaga, y hoy, viernes, se estrena en salas de Barcelona,  Madrid y  el resto de España. Una divertida comedia con título que puede llevar a engaño y  con un magnífico plantel de actores y actrices que nos llevan a situaciones llenas de confusión y picardías de comedia clásica, así que aprovechamos la presencia de la directora para que nos hablara de la obra.  

 

 

Area visual.- En algún medio he visto que declarabas que la idea de esta película surge a raíz de una cena que tuviste con unos amigos, quería preguntarte si las situaciones que se dan en  “La noche que mi madre mató a mi padre” están inspirados en hechos o situaciones  que te han sucedido en la vida real ?

Inés París.-  Sí, claro, sin ninguna duda. Lo que yo si conozco muy bien es ese mundo de relaciones que pasan hoy en día. O sea, Yo tengo una pareja, tengo un ex, tengo una hija que comparto con mi ex, tengo un hijo que comparto con mi actual pareja y su ex, es decir; todo ese mundo es algo para mí muy natural. Es verdad que soy  todo eso a mi alrededor y, además, nos llevamos todos muy bien, somos gente muy civilizada, pero, claro, una es consciente que por debajo de todo eso hay tensiones, dificultades,  celos y rivalidades, por tanto  todo eso lo conozco muy bien, lo que pasa es que yo tampoco me quería quedar ahí, o sea,  quería hacer una película que no fuese previsible, porque el problema de este tipo de cine es que sepas lo que va a pasar, y me planteé que debían pasar cosas que sorprendiesen. A mí me gustan mucho las películas de David Mamet, como “Hause of games” (Casa de juegos) que tienen sorpresa tras sorpresa, y, un poco por ahí es por donde yo quería ir, hacer una película que sorprendiese.

Yo quería que el ritmo viniese de la acción de los personajes y no del montaje

A.V.- La centralidad de la película se desarrolla básicamente en casa de Isabel y Angel, así que tiene una estructura muy de comedia clásica en sus diálogos, sus situaciones, su ritmo, sus personajes; ensayasteis mucho antes de rodar?

Ines París.- Sí. Ensayamos mucho con los actores porque yo quería que el ritmo viniese de la acción de los personajes y no del montaje. Sobre todo,  lo que se refería al ritmo del propio texto. A mí me gusta que los textos sean muy ingeniosos, y más en una película como esta, que es tan de diálogos, pensé que estos debían marcar enormemente el ritmo. Por eso era tan importante que los actores, que en momentos tenían que llegar a situaciones bastante disparatadas y un tanto locas, partiesen de entender muy bien a sus personajes y  que lo que ocurriese fuese lógico y orgánico, es decir, que no hiciesen el indio, que cada uno se plantease que si en la vida real  llegase a esa situación como podría reaccionar, o sea que fuesen muy coherentes con sus personajes. Por tanto, sí, ensayamos un montón, cosa que no es muy frecuente en cine, sobre todo por cuestiones de presupuesto. Nos encerramos en mi casa durante una semana, lo cual fue muy bueno no solo para estudiar el guion y retocar lo que hacía falta si no para que todo el mundo pudiera entrar en el tono que estábamos buscando, y también para que hubiera complicidad y buen rollo entre ellos. Ahí se creó un clima de compañerismo y de amistad que ha sido muy bueno para el resultado final de  la película.

A.V.- Ya sabes que en ocasiones en este tipo de cine, que es muy de comedia de personajes, a raíz de la aportación de los actores cambia bastante el desarrollo argumental desde el guion inicial al resultado final. ¿Tenías un guion cerrado estructuralmente o cambiaste mucho a partir de esa relación y los ensayos?

Ines París.- La estructura sí que se ha mantenido absolutamente, esta es fundamental, y más cuando es una caja de sorpresas, pero el guion es cierto que ha sido bastante reescrito. Hay muchos momentos de diálogos e incluso situaciones que fueron apareciendo, por ejemplo; Diego Peretti tenía dificultades para llegar a una escena central –que no quiero contar-pero que es una escena muy pasada, él decía, “yo es que esto, no sé, no sé”, y yo le decía “no sabes pero lo vas a hacer, lo que pasa es que vamos a analizar que es lo que te falta a ti como personaje y como actor para poder llegar hasta ahí”. Por tanto ahí yo reescribí y encontré cosas para que pudiera entender las sospechas que se le iban despertando antes de llegar a esa situación. También hay cosas de composición de los personajes que aparecieron en ensayos. Por ejemplo, Eduard  Fernandez me dijo en un momento dado, “yo entiendo que lo que a mi personaje le pasa es que no puede más, está harto, y lo que quiere es que se marchen todos de su casa”, entonces yo le conté una anécdota que ocurrió en mi casa cuando éramos niños, una noche había unos invitados muy pesados, muy pesados, y mi madre, que era muy cachonda, se fue a su habitación, se puso un pijama y bajó al salón con el pijama puesto a ver si entendían la indirecta y se marchaban. Cuando le conté está anécdota Eduard me dijo “ah, yo también me quiero poner el pijama” y así fue.

Otra de las cosas que aparecieron fue la idea del pelo rojo de uno de los personajes, es más, Belén se trajo una peluca pelirroja que utilizó en “Los ojos de julia” o sea que hay muchas cosas que utilizamos, lo que yo no hago es llegar al set a que improvisen, porque quiero que el texto tenga un valor literario y que tenga ingenio. Para mí es muy importante como se vinculan las frases entre sí, por tanto, si algo no funciona en ese texto puedo trabajarlo con ellos y lo vuelvo a escribir, pero queda ya fijado.

A.V.- He leído en algún medio que en principio el papel de Diego Peretti lo habas escrito para John Malkovich. ¿Qué sucedió que cambiaste, no llegaste a un acuerdo, cuestión de presupuesto, quiza?

Ines París.- Bueno, en la primera escritura yo pensaba que un actor como John Malkovich ya había hecho de si mismo, entonces pensaba que ese juego, dentro de ese juego de cajas que hay en la película, era especialmente gracioso, lo que sucede es que acceder a una estrella internacional a veces  es realmente difícil y aunque le enviamos el guion y se lo leyó, cuando nos contestó había pasado mucho tiempo y nos dijo que le hacía mucha gracia y que ya había hecho de sí mismo en otra ocasión y que iba a empezar un proyecto que volvía a hacer de sí mismo, y no quería. A partir de ahí escribí varios guiones para diferentes actores hasta que se nos ocurrió la idea, a la productora y a mi, la posibilidad de Peretti, y ahí me pareció todo un hallazgo. Me estudie bien a Peretti, además, descubrí que era psiquiatra, así que lo escribí para él y gracias a Dios que pudo hacerlo.

A.V.- …Y hace de sí mismo.

Ines París.- Hace de sí mismo, aunque él me dijo, nada más llegar al rodaje, te advierto que no voy a ser yo mismo si no el personaje Peretti. Y decía de sí mismo que él era mucho más educado que ese personaje que interpreta, cosa que es verdad.

  1. – Bueno, el precisamente no es de los personajes que esté más pasado, realmente él está bastante moderado y educado.

 

Inés París.- Pero realmente Diego es… educadísimo. Lo que sucede en la primera secuencia que tiene con Belén, que además Belén ya lo había ensayado. Ella sabe que es una anfitriona estupenda, pero además está un poco coqueteando con él y Diego, ante una mujer tan guapa entró al trapo, siguió el juego porque además el diálogo lo marcaba, pero cuando terminó me dijo horrorizado “ es muy mal educado ese Peretti, eh, por que yo con el marido tan cerca jamás haría esto”, jajaja ”

Es desde la comedia donde tu puedes contemplar todas las miserias del ser humano

 

A.V.- Bueno, está contenido, pero claro, se desprende claramente un poco de arrebato en él, creo que está muy bien resuelto.

Quería comentarte que la película es claramente una comedia, por sus gags, sus diálogos, su ritmo, pero también se podría definir como una tragedia. ¿No?

Inés París.- Sí, claramente. Es que no están tan lejos. Yo siempre digo que la comedia es un punto de vista, pero los conflictos son los mismos en cualquier género. No sé si era Ionesco que decía que en el teatro había tres etapas: el teatro griego era el teatro de la tragedia, y es una visión de los personajes situando al espectador por debajo de ellos, el espectador los contempla como héroes, están en una altura superior; el teatro realista es un teatro que coloca al mismo nivel a los personajes que al espectador, porque los personajes son como tu; y el teatro del absurdo, el que el espectador se coloca por encima de los personajes. Para mí, esta última visión no solo se da en el teatro del absurdo si no que es en toda la comedia. Porque es en toda la comedia donde tú puedes contemplar desde arriba las miserias del ser humano, contemplar con ironía esos personajes a los que ves reducidos.

A.V.- Sí, la comedia es ideal para mostrar miserias y además, es muy agradecida porque te lo pasas bien.

Inés París.- Lo que pasa es que precisamente es muy difícil hacer buena comedia.

A.V.- Quizá el espectador no sea consciente de esa dificultad y la juzgue demasiado a la ligera.

A.P.-  Bueno, porque parece lo más fácil del mundo. Lo que sucede es que este género exige de los actores una gran entrega de energía mental y física. La comedia se hace poniéndole muchas, muchas, muchas ganas, y eso es muy agotador, también para el director que les acompaña en ese viaje se le exige ese desgaste de energía,  y luego, en la propia construcción de una historia  de carácter cómico la arquitectura es importantísima, como en la creación de los gags y claro, eso tiene una gran complejidad.

A.V.- Claro, depende del director moldear a los actores en sus personajes, que en la comedia tienen que tener gran plasticidad, trasmitir las cosas con el cuerpo casi como un mimo.

I.P.- S´,sí. Es que en lo cómico lo físico cuenta muchísimo. Cuando uno estudia que es lo cómico, se encuentra con aquello que decía  -creo que era Froid-  “que lo cómico es el imperio de lo físico”. Es decir, las cosas que mas gracia nos hacen es cuando se nos impone lo físico a lo más racional. Por ejemplo recuerdas aquello de ¡¡me meo, me meo, ay que me meo!! O sea, nos hace gracia aquellas cosas muy físicas que nos sobrepasan. Esos son los elementos más propios de la comedia. Pero es que claro, a un actor, en la encarnación de un personaje cómico no le  basta con el rostro, implica poner toda su fisicidad, una forma de moverse,etc. Así que los actores de esta película, afortunadamente, sobre todo Eduard, Peretti y Maria Pujalte, y ahora también Fele Martinez, son actores de teatro absolutamente. Eso quiere decir que son actores que están muy acostumbrados a moverse en el escenario que precisa la construcción física de sus personajes.

A.V.- ¿Hay una moraleja intencionada sobre los egos? ¿Sobre si la falta de sinceridad puede acarrear males mayores? Que si fuésemos más sinceros y honestos con nosotros mismos y con nuestro entorno se podrían arreglar muchas cosas que con frecuencia  acaban mal?

  1. Inés P.- Bueno, yo es que creo muy poco en la sinceridad. Creo que la película lo que muestra más bien es lo difícil que es diferenciar ficción y realidad, mentira y verdad. Creo que en el fondo  todos somos máscaras, y al final  nos construimos como tal  máscara incluso ante nosotros mismos. Lo que si ocurre es que debiéramos ser más conscientes de la máscara. Eso es lo que si pediría. Pero, tanto como que siendo sinceros todo se arreglaría… no lo tengo nada claro. Fíjate que al comienzo  de la película Eduard le dice a otro personaje “no te han contado que yo estuve en la cárcel por un crimen” y Peretti, claro, se queda horrorizado, y le pregunta “¿de verdad? A lo que Eduard contesta, “no, pero he conseguido  captar tu atención y es lo que se pretendía”, pues bien eso es esta película. Entonces, la ficción siempre es una manera de captar la atención y por tanto no es estrictamente la verdad.

 

A.V.- Esta historia cuenta, trata también el mundo de los actores dentro del teatro y el cine. Para ambientar la historia  ¿Has visto algunas películas que traten ese tema, como “Sunset boulevar” u otras?

Inés P.- Bueno ¿Quién no las ha visto? Pero no para escribir este guion. Debo decir que en esto me considero una directora un poco atípica,  y en vez de avergonzarme voy a empezar a presumir de ello. Recuerdo que un  director francés subió una vez al escenario diciendo  “yo no soy un director, soy un filósofo” -que en francés suena aún mejor-  entonces yo pensé “mira, yo que estudié filosofía debería haber dicho esto, ¿Cómo no se me ocurrió? Jajaja. No lo que si es verdad que yo me inspiro muy directamente en la realidad, y luego mucho en la literatura, porque me considero una lectora apasionada. Diría que soy más lectora que cinéfila, aunque me gusta con pasión el cine y es a lo que me dedico, pero soy muy lectora.

A.V.-Tradición familiar.

  1. Inés P.- Sí. Recuerdo que de pequeña nuestros amigos decían “los París viven en una biblioteca”. Bueno, la verdad es que la única película que revisé fue “Misterioso asesinato en Manhatan” porque esa sí es una película de Woody Allen que yo me tronché y que tuve muy presente. También volví a ver “Arsénico por compasión” y “Un funeral de muerte”. Esas películas sí que las volví a ver en el proceso de creación de este guion.
  2. Area V.- ¿No crees que el toque trágico puede influir en la aceptación de tu obra por parte del público?
  3. Inés P.- Lo que si diría es que la película tiene un título que es curioso, – Belén ya me lo advirtió- y que cuando yo lo digo todo el mundo se ríe, y cuando lo dice Belén Rueda creen que es una tragedia, así que ella me dijo “hay Dios mío, yo tengo que explicar que es una comedia porque si no, con ese título, se van a pensar que es una drama” cosa que no había ni calculado. Pero, bueno, el humor siempre es transgresor, y es verdad que hay algunos temas que parecen  más tabú, pero yo es que creo que hoy es tan difícil transgredir que más nos vale que empecemos a reírnos de algunos temas así como la muerte, las relaciones familiares, y ya sé que hay temas de los que uno se puede reír, como el maltrato a las mujeres, pero es que esta historia no tiene nada que ver con eso, es algo mucho más disparatado.
  4. A.V.- ¿Crees que esta es tu película más lograda?
  5. Inés P.- Sí. Sin ningún género de duda. Estoy contenta porque es mejor la película que el guion. Yo cuando veo las otras y analizo “A mi madre le gustan las mujeres” es una película que a mi me gusta mucho, mucho, sobre todo por la idea. Creo que en su momento Daniela y Yo tuvimos una idea muy brillante y que tenía un buen guion y tuvo un gran éxito, aunque creo que “Semen” es una película que está más lograda cinematográficamente que “A mi madre….”(entonces sabíamos menos de esto) pero no me gusta tanto, aunque es verdad que a los jóvenes les entusiasma plenamente, pero no es de las que mas alma mía tiene esa película. Sobre “Miguel y Willians” diré que es un guion que a mi me gusta muchísimo más que la película. Considero que es mejor el guion que el film. Y esta es la primera vez que, aunque yo estaba muy contenta con el guion, la película supera al guion. Eso ha sido por una serie de elementos muy decisivos, por ejemplo, el castin, y muy muy muy importante el montador de esta película, Hernández Zoido. En él he encontrado un cómplice fundamental. A lo largo de estos años he encontrado algunas complicidades que para mí son claras como: un director de fotografía, Hector Calvo; un cámara, Javier Alomar; también el director de arte, Laura Martínez, que me entusiasma su trabajo, pero no había encontrado cómplice en la mesa de montaje, -que es tan importante- y ahora ya lo tengo. No me imagino trabajar con otra persona, es tan inteligente que incluso lo que peor está él sabe hacerlo bueno.
  6. V.- Esta es una comedia fundamentalmente de actores pero por cuestión de estructura argumental y escenografía creo que podría hacerse como obra de teatro. ¿No crees?

Inés París.- La haremos, seguro. Aunque no sé cuando.  En principio,  si no  hubiese logrado levantarla esta obra como película yo pensaba montarla como obra de teatro. Ahora, los productores ya me están diciendo  “venga, ahora a montar la obra de teatro”.  Lo que pasa es que esta profesión es tan absurda que lo quiero hacer, pero justo en este momento estoy teniendo muchísimo trabajo. Porque en este tiempo ya he escrito el guion piloto de una serie, que está encima de la mesa, para Globo Media, ya estoy con ellos elaborando una nueva serie, y  he firmado para escribir mi siguiente película, o sea que, el teatro tendrá que esperar.

Pepe Méndez