Fortunata
Título original: Fortunata
Año: 2017
Duración: 103 min.
País: Italia
Dirección: Sergio Castellitto
Guion: Margaret Mazzantini, Sergio Castellitto
Música: Arturo Annecchino
Fotografía: Gianfilippo Corticelli
Reparto
Jasmine Trinca, Stefano Accorsi, Alessandro Borghi, Edoardo Pesce,Rosa Diletta Rossi, Liliana Fiorelli, Hanna Schygulla, Emanuela Aurizi
Sinopsis:
Relata la historia de una joven madre (Jasmine Trinca) que, con un matrimonio fallido a sus espaldas, hace lo posible por luchar día tras día para alcanzar su sueño: abrir una peluquería con la que desafiar a su destino, en un intento de emanciparse y conquistar la independencia y su derecho a la felicidad.
Crítica:
Le pasan, en tan poco tiempo tal rosario de infortunios, que es como un sarcasmo que el personaje principal se llame Fortunata. De las pocas cosas que creo podemos deducir, por lo que se refleja en esta película, es que Italia arrastra una depresión y decadencia de caballo. No solo en lo económico, sino también en el terreno artístico creativo. También es justo reconocer las magníficas interpretaciones llenas de arrebatada intensidad de parte del elenco de personajes que desfilan por la pantalla, desde Jasmine Trinca, en el papel principal, hasta Anna Schygulla, ejerciendo de vieja actriz desmemoriada, sin desmerecer ninguna interpretación masculina. En esas interpretaciones sí podemos ver la continuidad de la valorada escuela italiana, lo que no podemos decir lo mismo del valor del guion y la cadencia en el equilibrio del desarrollo argumental, ni la agobiadora puesta en escena de Sergio Castellito, que hace que nos creamos que estamos viendo un esperpento de post realidad, cercano al tono de las primeras películas de Almodovar, ahí sí, pero sin el sarcasmo y la frescura que este imprimía en sus historias.
Así que, Fortunata es una película en la que reina la desmesura y la sobreexcitación. Si Castellito quería una historia actual de ese país engarzada en la desmesura y el histerismo de los personajes podemos afirmar que lo ha conseguido. Solo que, a los razonamientos personales les falta pausa y reflexión para que el espectador pueda digerir tantos momentos de paroxismo a que nos llevan tanta excitación y sobrecarga de interpretaciones desenfrenadas pero sin lograr introducirnos en la profundidad.
Puede que la vida sea eso, de hecho me consta que ciertos pasajes del film lo son, pero también sabemos que es algo mas sobre los cuales el director no ha querido, o no ha sabido pararse a a reflexionar ni un minuto. Es una pena, porque tanta acción, tanta desmesura en el drama le da ese punto esperpéntico que le restan credibilidad al conjunto de la historia. La latinidad efusiva brota en todas las escenas creando un marco de hechos y espacio tan visceral como un decadente revolcón en la miseria y decrepitud.
Quizá ha querido crear un retrato actual de la desolada Europa del Sur a la que nos ha llevado la situación económica, dirigida por los políticos en su conjunto. En esta película nadie se salva. La situación nos pide pausa.
P. M.