La juventud
Prod: Italia/ Suiza/Francia/ R.U.
Director: Paolo Sorrentino
Guión: Paolo Sorrentino
Música: David Lang
Fotografía: Luca Bigazzi
Reparto:
Michael Caine, Harvey Keitel, Rachel Weisz, Paul Dano, Jane Fonda, Tom Lipinski,Poppy Corby-Tuech, Emilia Jones, Mark Kozelek, Rebecca Calder, Anabel Kutay,Ian Keir Attard, Roly Serrano
Sinopsis:
Fred Ballinger (Michael Caine), un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de Buckingham, con motivo del cumpleaños del príncipe Felipe.
Comentario:
El cine italiano vuelve a ponerse en órbita con la nueva generación de directores surgidos en los últimos años. Recientemente pudimos ver una representación de esa cinematografía en la “IV Mostra de Cinema Italià de Barcelona” celebrada en diciembre en los cines Verdi: De entre todos los nombres, el de Paolo Sorrentino es el que más destaca, sobre todo a partir de su obra más sobresaliente “La gran belleza” en la que deslumbró su talento con luz propia. Ahora, en su última película ”La juventud” vuelve a cautivarnos con un derroche de imágenes de generosa belleza y situaciones dramáticas inteligentes y tiernas a la vez.
La obra de Paolo Sorrentino es belleza, es vida, es amor, es relaciones humanas y dentro de ellas, sinceras confesiones, es experiencia, es sensaciones, es colorido, es como un prisma de experiencias vividas que retornan a la memoria. Es un calidoscopio de imágenes que se convierten en una sinfonía de colores mostradas a través de unos planos de belleza subyugante, integrando a un plantel de actores que desgranan sus discursos suavemente, con naturalidad, como el agua de un rio que baja sorteando los obstáculos plácidamente pero que nos moja a su paso, por su auténtica naturaleza. Una muestra; el personaje que interpreta Harvey Keytel dice frases como esta a un adolescente, -mientras miran a lo lejos las nevadas montañas-, “si miras ahí todo parece estar muy cerca: eso es el futuro; ahora mira hacia allá y lo verás todo muy lejos: eso es el pasado”.
O bien esta otra; “en ciertos momentos he tenido que elegir entre el dolor y el deseo, y he elegido el deseo”… Toda una declaración de principios.
Y para terminar esta otra, pronunciada en el ocaso de una vida: “Las emociones son lo único que tenemos”.
Lo que sentimos con esta película es como si una gran parte del mundo se hubiese concentrado en ese bello paraje de los Alpes suizos, que por el lugar del desarrollo de las historias que en el film se cuentan y por la variedad de personajes que se dan cita en él, es inevitable no sentir evocaciones al sustrato general de la novela de Tomas Mann, “La montaña mágica”.
Es una película espectacular por el derroche de emociones que nos transmite mientras la vemos, pero quizá, aún más valiosa por las reflexiones que nos invita a hacernos una vez fuera de la sala. Obra imprescindible para los amantes del buen cine en la que se muestra el presente, el pasado y el futuro.
Si el cine se pudiera comparar con la música yo diría que la diferencia está en que ver una buena película es como salir con la sensación de haber escuchado una canción, ver “La juventud” de Sorrentino, es como haber escuchado una sinfonía.
Pepe Méndez