La profesora de parvulario
Año: 2018
Duración: 96 min.
País: Estados Unidos
Dirección y guion: Sara Colangelo
Música: Asher Goldschmidt
Fotografía: Pepe Avila del Pino
Reparto
Maggie Gyllenhaal, Parker Sevak, Rosa Salazar, Anna Barynishikov,Michael Chernus, Gael García Bernal, Anna Baryshnikov
Sinopsis
Lisa Spinelli es una profesora de Staten Island que es inusualmente atenta con sus estudiantes. Cuando descubre que uno de ellos es un niño prodigio, se queda fascinada. Remake de un aclamado film israelí.
Premios
2018: Festival de Sundance: Mejor director – Drama
2018: Festival de Gijón: Sección oficial largometrajes a concurso
Críticas:
Maggie Gillenhaal, en un recital de interpretación encarna a una profesora y poetisa (Lisa Spinelli) llena de amor y sensibilidad por los niños, en una lucha constante con los padres para que le dejen educar convenientemente a uno de sus pupilos, en el que ella cree descubrir un talento especial.
Un film sencillo, íntimo, en el que transcurren escenas de cotidiana familiaridad, de una mujer volcada en su trabajo y en su relación doméstica con su marido e hijos, que ya empiezan a volar solos y cuyas elecciones de vida y comportamientos con sus progenitores crean un desencanto y silenciosa frustración en Lisa, que le hacen volcarse aún más en su trabajo y, sobre todo, en la especial educación del niño prodigio.
Esa frustración familiar abocará en un recogimiento interior y un despertar de su sensibilidad que le lleva a la necesidad de entrega de ese amor que siente que fluye en ella, pero que no siente la receptividad de los hasta ahora, seres más queridos. Ese exceso de sensibilidad le llevará a tomar decisiones en su entorno no siempre acertadas ni justas, que pueden acarrearle problemas de capital importancia. Lisa necesita darle un nuevo rumbo a su vida, entregar su amor desbordante, y sin medir consecuencias toma opciones dejándose llevar tan por el corazón que no admite razonamiento alguno.
El film, de narración lineal va in crescendo, sin sobresaltos ni efectos, ni triquiñuelas de guion para embaucarnos en subtramas ficticias, pero nos mantiene interesados en cada paso que da la protagonista, queriendo saber que pasará en el próximo instante, con el alma en vilo sobre todo en el último tramo de la película, cuando se quedan solos niño prodigio y profesora. También me parece interesante la manera que tiene un adulto de tratar a un niño de 5 años, y como este reacciona ante esa relación.
Una historia que podría partir de algún hecho real y que, como la vida, cuando alguien se vuelca excesivamente en algo o alguien, puede terminar de la manera más insospechada.
Pepe Méndez