Los recuerdos
2014
92 min.
País
Francia
Director
Guión
Jean-Paul Rouve (Novela: David Foenkinos)
Música
Alexis Rault
Fotografía
Christophe Offenstein
Reparto
Michel Blanc, Annie Cordy, Mathieu Spinosi, Chantal Lauby, William Lebghil, Flore Bonaventura, Audrey Lamy, Jean-Paul Rouve, Jacques Boudet, Xavier Briere,Yvan Garouel, Daniel Morin
Sinopsis
Romain tiene 23 años. Quiere ser escritor, aunque de momento es vigilante nocturno en un hotel. Su padre tiene 62 años, está jubilado y todo parece importarle un bledo. Romain comparte apartamento con un chico de 24 años cuyo único objetivo en la vida es seducir a las mujeres, sin importarle quién ni cuánto le cueste. Su abuela, de 85 años, vive en una residencia y se pregunta qué diablos hace allí. Y un día desaparece.
Comentario crítico:
El director, actor, guionista, y en ocasiones productor de cine francés, Jean Paul Rouve, estrena en España su tercera y última película, “Los recuerdos” (Le souvenir) una adaptación de la exitosa novela de David Foenkinos, y, como el libro, la película, a raíz del números de espectadores que han asistido en los países donde se ha estrenado, (Francia, Alemania, Bélgica, Japón) va camino de conseguir un masivo reconocimiento paralelo al libro.
El film no está planteado como una superproducción deslumbrante, el tema no da para eso, pero si como una película honesta, íntima, humana, que nos recuerda lo importante que son las relaciones vivenciales de las personas y su presencia de esos recuerdos en nuestra memoria. Para ello nos presenta la relación íntima de tres generaciones y la necesidad de comprensión que una tiene de la otra, para que el género humano se sienta vivo y útil a los demás.
¿Qué hacemos con las personas mayores cuando estas empiezan a dejarse de valer por sí mismas? ¿Tienen los hijos la posibilidad de hacerse cargo de los padres cuando necesitan de cuidados externos? ¿Están ellos/as dispuestos a asumir la responsabilidad de cuidar a sus progenitores, dedicarles unas horas a escucharles o tan siquiera hacerles compañía?
Es posible que por unas causas o por otras la sociedad haya evolucionado de forma que se hace difícil compaginar eso, y sobre todo, más difícil aun en las grandes ciudades. Puede que en principio estén las necesidades reales de una vida moderna tan agobiante y colmada de obligaciones que no nos deja demasiado tiempo para dedicarlo a la familia.
En esta película sencilla, nos muestra hechos cotidianos que a todos nos traerá alguna referencia vivida personalmente entre padres e hijos, y nos presenta como puente de entendimiento entre estos, la relaciones abuelos-nietos, explicada esa relación con mucha más ternura y comprensión que con los hijos directos. También más ganas de comprender el pasado por parte de los jóvenes y, por parte de los mayores la satisfacción de ver reflejado la inocencia de su antaña juventud en su descendencia, menos egoístas, todavía, que sus propios hijos.
Pero he de decir que, las aptitudes y comportamientos de las tres generaciones que se presentan quedan perfectamente reflejadas en esta historia contada en clave de comedia, con humor, y a la vez profundidad, acercándonos inteligentemente a los verdaderos sentimientos y a la comprensión de nuestros fallos como seres humanos.
Unos personajes interpretados por actores y actrices no muy conocidos por el público español, pero que sin duda nos identificaremos con ellos porque se muestran como personajes vivos, que podemos encontrar en ambientes de trabajos comunes o que saludamos por la escalera de nuestro edificio. Personajes que no son ni malos ni buenos, o son ambas cosas, porque son humanos y como tal se comportan. Pueden estar al borde de culminar su vida, y ellos lo saben, o por su temprana edad, estar, iniciáticamente, labrándose la carrera de su futuro. Esa es su grandeza, si es que hay alguna en ellos, porque cualquier persona puede sentirse grande por el hecho de estar en la vida.
“Los recuerdos” no pretende ser una obra maestra, pero se comporta como una película digna que nos llenará de satisfacción. Una de esas películas que no nos arrepentimos nunca de haberla visto, porque es como una enseñanza de vida. Para unos; vida inventada, para otros; vida real.
Pepe Méndez