Más allá de las montañas

Título original: Shan he gu ren (Mountains May Depart)

Año: 2015

Duración: 131 min.

País:  China

Director: Jia Zhang Ke (AKA Jia Zhangke)

Guión: Jia Zhang Ke (AKA Jia Zhangke)

Música: Yoshihiro Hanno

Fotografía: Yu Lik-wai

Reparto

Tao ZhaoZhang YiLiang JingdongDong ZijianSylvia Chang

Productora

Coproducción China-Francia-Japón; Shanghai Film Group / Xstream Pictures / Arte France Cinéma / Office Kitano

Sinopsis

China, a finales de 1999. Tao, una joven de Fenyang, es cortejada por sus dos amigos de la infancia, Zang y Lianzi. Zang, propietario de una estación de gasolina, está destinado a un futuro prometedor, mientras que Liang trabaja en una mina de carbón. Su corazón está dividido entre los dos hombres, y debe tomar una decisión que sellará su destino y el de su futuro hijo

Premios

2015: Festival de Cannes: Sección oficial largometrajes a concurso

2015: Festival de San Sebastián: Mejor film europeo

Crítica:

He aquí una película que nos da la impresión que está partida en dos: una primera parte que en la que parece que el director nos está contando un sainete en la vida  sentimental de la moderna China, en cuyas situaciones nos cuesta entrar por la aparente simplicidad del tratamiento de los sentimientos de los personajes; y una segunda parte en la que el drama adquiere relieve y temporalidad para darnos cuenta de la importancia que esa primera parte  tenía en el tratamiento de la segunda.

Jia Zhang Ke trata los tiempos con una analítica sapiencia, – teniendo en cuenta que la historia termina en el futuro- para mostrarnos los cambios en los hábitos sociales de dos generaciones y su correspondencia en la relación padres-hijos, aparentemente ubicados en su contexto social pero desplazados sentimentalmente, y esa desubicación de la nueva generación se ha de manifestar en rebeldía en el momento más inesperado, con dolorosas consecuencia para los padres pero también para los hijos.

No es fácil entrar en la película, pero una vez que lo has hecho te atrapa para no dejarte respirar hasta el final.  Jia Zhang Ke nos narra la historia con ese lenguaje aparentemente artesanal que tienen los orientales de describirnos los cuentos de una forma cercana y llena de humanidad. Una película coloquial y al mismo tiempo reflexiva, también  para nuestra cultura occidental.

P.M.