Año: 2018
Duración: 65 min.
País: España
Dirección: Marta Lallana, Ivet Castelo, Iván Alarcón, Sandra García
Música: Raül Refree
Fotografía: Jorge Basterretxea
Reparto
Alba Alcaine, Julia Lallana, Anna Sabaté
Productora
Nanouk Films / Filmin
Sinopsis
Paula, una chica de 14 años, tiene que pasar el verano en Ojos Negros, un pueblo de Teruel, con su tía y su abuela, a quienes apenas conoce. Allí descubre las tensiones familiares que se destapan a raíz de la enfermedad de su abuela. Intentando escapar de esa atmósfera asfixiante conoce a Alicia, una chica de su edad con quien establece una intensa amistad. Al final del verano Paula intuirá lo que significa hacerse mayor.
Crítica:
Últimamente, al cine catalán le ha dado por hacer películas domésticas, pequeñas, familiares, de bajo presupuesto y temáticas surgidas de experiencias personales muy íntimas.
Nada que objetar. Es lo que hay. Además, nos da la posibilidad de descubrir talentos y, habrá que esperar a ver los resultados de largos recorridos, quién se enganchará al carro de la industria y quien quedará apeado después de esas primeras experiencias. Es cierto que, de momento, los resultados son positivos y animan a continuar por ese camino, el público asiste expectante, y la crítica, sin tirar cohetes, es benévola, aunque mirando esas películas con la rigurosidad que se analizan otros proyectos, no solo llegarían halagos sino también algún palito, suave, pero al fin y al cabo “palito”, pero claro, es mejor ser generoso con nuestro cine y, con los que empiezan.
“Ojos Negros” está en la línea discursiva de “Estiu del 93” de Carla Simón, y “La vida sense Sara Amat” de Laura Jou, en las que se cuenta un proceso de niñez o adolescencia inspirado en las propias vidas de las directoras. Parten de ahí, y aunque sean historias muy diferentes ambas plantean etapas importantes de cambio que les ha de transformar en lo que serán ya de adultas.
Ahora bien, en “Ojos Negros” la intérprete, Paula, es la expresión total de la soledad, el aislamiento y la incomunicación, llevada con una parquedad que duele. Su inseguridad y su desamparo le lleva a retraerse en si misma y le cueste relacionarse con la familia, pero también con los chicos y chicas de su edad, de una manera que no parece propia de la juventud actual.
Las directoras de esta película trataban de convencernos de que sí, de que hay jóvenes en la actualidad que pasan por esos procesos tan difíciles que muestra la película. Nos lo afirmaban con el convencimiento de que ellas mismas han pasado por procesos parecidos.
El film es correcto, de sencillez narrativa, que se recrea mas en el mundo interior de Paula que en la manifestación visual de comportamientos explosivos externos, visualiza mas los temores y los miedos que le pueden sobrevenir en el futuro que su audacia para entrar en ellos. Es un film duro, que comunica mucho dolor a través de unos contemplativos y los silencios reflexivos. De esa manera invita al espectador a ser partícipe de lo que ve y complete, de una manera inteligente, el contenido de las elipsis, que son muchas.
P. M.