Infortunio Seriéfilo: Una serie de Eventos Desafortunados
Muchas veces el infortunio puede marcar el destino de un grupo de personas, la forma en que la mala suerte y la superstición se apropian de cada una de sus acciones puede sabotear la forma en cómo viven y ante todo su concepción de futuro. Los Baudelaire son una muestra literal de las jugarretas del destino frente a las desgracias de forma constante, lo cómico del asunto es que cada tragedia tiene un lado cómico y en cierto punto hasta ingenioso.
¿Qué Es Lemony Snicket: Una serie de Eventos desafortunados?
Lemony Snicket: Una Serie de Eventos desafortunados es una saga de 12 libros escrita por Daniel Handler (1999-2006), la historia se enfoca en las desventuras de los hermanos Baudelaire al quedar huérfanos tras un terrible accidente. A partir de ese punto la mala suerte los perseguirá de forma constante y hará que estos tres hermanos tengan que buscar la forma más ingeniosa de salir de situaciones en donde la muerte y los problemas rondan con frecuencia. El autor expone un estilo orientado a ver las desgracias de forma cómica y de crear un entorno en donde lo macabro tenga un lado optimista a partir del sarcasmo.
En el año 2004, Brad Silberling realizó una adaptación de las 3 primeras novelas de la saga y presentó la historia con un tono macabro con cierta comedia, pese a ello había una noción de qué quería transmitir el director y sobre todo de la relación que tenían los hermanos entre sí.
Años después surge un proyecto que tomaría cierto tiempo en concretarse y gracias a Netflix surgiría “A series of Unfortunate Events”, una serie integrada por 8 capítulos.
Puedes leer otras críticas en nuestra sección: Críticas de series.
Estructura teatral
Al comenzar a ver la serie Lemony Snicket es inevitable comparar el producto con la película, los hermanos Baudelaire en la cinta estaban mejor representados y también más cohesionados, daban la idea de que si eran hermanos. En la serie al empezar se percibe cierta incomodidad entre ellos, además de que la forma en que se presenta la historia es muy particular porque más que una serie parece una obra de teatro.
La fotografía y la dirección de arte tienen un gran mérito, mezclando fondos y detalles específicos, lo inusual es que plantean los malos efectos a propósito para darle un tono irónico a las desgracias.
Olaf (Neil Patrick Harris) está muy bien, se adapta de forma camaleónica a cada uno de los roles que tiende a desempeñar mientras va detrás de los niños. Quizás el único defecto del personaje, es que suele estar más orientado a ser una parodia y una mofa que a ser una amenaza.
La estructura de la serie puede llegar a cansar porque tras 1 o 2 familiares ya sabes lo que sucederá: desgracia, nuevo familiar, Olaf los persigue, resuelven la situación y escapan. El mayor hilo donde gana fuerza la serie es en los misterios y la simbología de su universo. Al igual que en las referencias a la literatura universal, tanto las aclaraciones de algunos términos.
No es una serie para todo el mundo y aunque está orientada para un público infantil puede ser una apuesta que disfrute todo tipo de espectador. Es una serie que va de más a menos y que amplía la idea que presentaba la película.
La narración de Snicket (Patrick Warburton), es un factor que le añade dramatismo a las desgracias de los niños y nos permiten estar conscientes de las amenazas a las que son expuestos los mismos. Con respecto a ello, Klaus es uno de los personajes que más se trabajan a diferencia de Violet.
El opening se adapta con cada capítulo y es una señal de que hay un trabajo por hacer algo memorable y distinto.
La desgracia como chiste
Una serie de Eventos desafortunados es una serie diferente a lo que podrías esperar en Netflix, es un híbrido entre el teatro y la televisión y con un estilo que aún no termina de definir. Si eres seguidor de los libros o la película te puede gustar mucho, sobre todo por el trabajo que se ha hecho en cuanto a los detalles. Ante una audiencia que empieza de cero deben tenerle paciencia porque no es una serie fácil, incluso está muy orientada a un target infantil.
Lo bueno:
– Las tomas, dirección de arte y la música (considerando el cambio de cada opening).
– Las referencias literarias.
– La actuación de cada personaje que varía con el Conde Olaf.
– La trama alrededor de los misterios de la familia.
Lo malo:
– Estructura confusa en torno al estilo de la serie (comedia-aventura) tipo teatro.
– Las relaciones de los hermanos no convencen.
– Los personajes absurdos pueden rayar en lo tonto.
Nos vemos en la próxima.
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