Título original: Breathe
Año: 2017
Duración: 117 min.
País: Reino Unido
Dirección: Andy Serkis
Guion: William Nicholson
Música: Nitin Sawhney
Fotografía: Robert Richardson
Reparto
Andrew Garfield, Claire Foy, Tom Hollander, Hugh Bonneville, Diana Rigg, Miranda Raison, Dean-Charles Chapman, Kiera Bell, Camilla Rutherford, Ed Speleers, Ben Lloyd-Hughes, Emily Bevan, Roger Ashton-Griffiths, James Wilby, Amit Shah, Honey Holmes, Lasco Atkins
Productora: The Imaginarium Studios
Género: Drama |A partir de hechos reales

Sinopsis
Cuenta la historia real de Robin (Andrew Garfield), un joven atractivo, brillante y aventurero cuya vida da un giro drástico cuando la polio le deja paralizado.

Críticas:

La historia real de Robin y el drama que su vida encierra, bien vale una película. Una de esas vidas ejemplificadoras en el desarrollo y superación de los reveses que salen al encuentro en la vida de un ser humano, pero que solo se vencen a través del amor. Una historia de vida y superación de una tragedia personal que puede destruir a cualquiera que no tenga la entereza, energía y sobre todo, el apoyo moral de unos seres que le arropan.
Desde el punto de vista ético es un film muy válido. Es emotivo, humano, bien intencionado, con personajes que dignifican el género, con actores y actrices agraciados que encarnan con solvencia a los personajes reales, lo cual ayuda emotivamente a que los sintamos vivos y, abracemos, por empatía, su causa. La sucesión de escenas algo almibaradas pueden ayudar también a despertar un tierno afecto hacia una pareja enamorada a la que se le presenta un maravilloso futuro por delante y en un plis plas, inesperadamente, se derrumban los sueños como se disuelve un azucarillo en el agua.
Toda esta primera parte dulzona sirve, sobre todo, para que poco después nos identifiquemos solidariamente con el dolor y la desesperanza que siente Robin, ante la tragedia que le anuncian y, a partir de ahí, empieza toda una aventura de lucha por vencer tantos imponderables como vayan surgiendo.
Es un film de corte clásico con la que el actor Andy Serkis debuta como director y muestra solvencia narrativa, aunque se hecha a faltar algo de nervio dramático, y haberse atrevido a darle algún toque de originalidad cinematográfica, esas cosas que dejan apuntado un carácter creativo de futuro. En este primer film ha evidenciado un sello de equilibrio narrativo digno, pero de pocas sorpresas dramáticas que no fueren las estrictamente biográficas.
Factura narrativa enfáticamente correcta, fotografía excelente, paisajes, en algunos momentos espectaculares, con historia de entereza humana más que interesante.
Pepe Méndez