Título original: Ballon
Año: 2018
Duración: 120 min.
País: Alemania
Dirección: Michael Herbig
Reparto
Friedrich Mücke, Karoline Schuch, Alicia von Rittberg, David Kross, Thomas Kretschmann, Jonas Holdenrieder, Ronald Kukulies, Emily Kusche, Christian Näthe, Sebastian Hülk.
Sinopsis
En los años 80 dos familias alemanas de la Alemania oriental (RDA) intentan pasar a la Alemania occidental (RFA) en un globo aerostático casero.
“…Tres cuartas partes de los alemanes del este quieren escapar de allí. Lo malo es que la parte restante coopera con la policía secreta para informar de los prófugos.” Peter Strelzyk
Crítica:
Se calcula que entre 1961 (fecha en que se levantó el muro) y 1989, la de su caída, intentaron escapar más de 5.000 personas de diferentes formas, algunas de ellas más o menos ingeniosas, de las cuales más de 3.000 fueron detenidas. De todo ese periplo hay un informe que dice que 370 personas perdieron la vida en el intento de pasar a Alemania Occidental a través de los puestos de control. Aparte de que más de 5.000 guardias fueron detenidos en el momento en que intentaban quitarse el uniforme militar y escapar, aprovechando su turno de guardia en la frontera, aunque más de 2.500 lo consiguieron. La mayoría eran jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 30 años. Cualquier forma servía para huir de allí: en el maletero de un coche; a través de túneles; deslizándose de balcón a balcón por cables de acero; volando en improvisadas avionetas caseras. Parece ser que ese era el estado de ánimo de esas tres cuartas partes de berlineses del Este a que se refiere Peter Strelzyk.
En el caso de la película “Vientos de libertad” el director y actor Michael Herbig (“Viky, el vikingo”,2009; “El reino de los chiflados”, 2007, películas de animación, y el Western moderno “El tesono de manitú”) aprovecha el caso de dos familias, los Strelzyk y los Wetzel que con el mayor secretismo utilizaron manuales para aprender a volar en globo, mientras las esposas zurcían cortinas y sábanas en la elaboración del aerostático, con el sueño de volar sobre la muralla rigurosamente vigilada y caer al otro lado de la frontera, pero siendo conscientes de los riesgos que eso acarreaba.
Herbig ha planteado la historia con el máximo suspense, utilizando todas las claves del trhiller, o las que podemos encontrar en una película de espías, en donde todos controlan a todos; unos, vigilando para que no les descubran y, los militares para conseguir la fuente que le ha de llevar a los sospechosos, sobre todo, a partir del segundo intento, en cuyo momento acumulan un montón de detalles por parte de la investigación de la policía del Estado, con los que van acorralando a los sospechosos de la fuga. La narración nos va atrapando a medida que se va cerrando el círculo, jugando con el tiempo y cerrando las posibilidades de que logren la hazaña, haciendo participe al espectador de toda la emocionalidad que supone lograr o no, el salto a la libertad.
Aunque, desde el punto de vista cinematográfico la narración de esa historia no es especialmente creativa, en el sentido que no aporta elementos creativos reseñables, la película Juega con elementos humanos tan sensibles que es difícil no involucrarse afectivamente, y, además, está convencionalmente bien construida. Está contada desde la honestidad y sin rencor por aquel sistema del pasado reciente y, como si ambos bandos comprendieran la postura del oponente, pero sabiendo que cada uno tiene que asumir el cumplir con su papel. Bien ambientada en la época y el reflejo social del lugar y el momento. Es un film que sin ser nada excepcional, desde el punto de vista histórico es apreciable, porque además, nos introduce en el estado de ánimo de inquietud que viven los personajes en su aventura.
Pepe Méndez