Título original Wonder Wheel
Año 2017
Duración 101 min.
País Estados Unidos
Dirección Woody Allen
Guion Woody Allen
Fotografía Vittorio Storaro
Reparto
Kate Winslet, Justin Timberlake, Juno Temple, James Belushi, Max Casella, Michael Zegarski, Tony Sirico, Marko Caka, Jack Gore, Dominic Albano, Evin Cross, Debi Mazar, Brittini Schreiber, Geneva Carr, Steve Schirripa, Matthew Maher
Productora
Amazon Studios/Gravier Productions. Productores: Erika Aronson, Letty Aronson, Edward Walson. Productores ejecutivos: Mark Attanasio, Ron Chez, Adam B. Stern.
Género Drama | Años 50
Sinopsis
En la Coney Island de la década de 1950 el joven Mickey Rubin (Justin Timberlake), un apuesto salvavidas del parque de atracciones que quiere ser escritor, cuenta la historia de Humpty (Jim Belushi), operador del carrusel del parque, y de su esposa Ginny (Kate Winslet), una actriz fracasada y depresiva que trabaja como camarera. Ginny y Humpty pasan por una crisis por sus problemas con el alcohol, y todo se complica cuando aparece Carolina (Juno Temple), la hija de Humpty, que está huyendo de un grupo de mafiosos.
Estreno USA y España: diciembre 2017.
Preestreno: Clausura del Festival de Nueva York 2017 (15 octubre).
Crítica
Desde el primer instante nos seduce el color de postal de los años 50, la ambientación impecable, la luz que acompaña el drama, el tedio y el deseo. Una luz que refleja los sutiles cambios en el humor de Ginny, una impresionante Kate Winslet, dura, torturada e inestable, viéndola vivir encerrada en una pecera de cristal frente a la noria de Coney Island, y luciendo sus escotes imposibles con la desgana propia de quien ha tirado su vida por la borda y ya no está allí.
La carnalidad de Ginny, su fragilidad, su desesperación y su inseguridad frente al repentino amor de verano del joven Mickey (Timberlake), sus abismos interiores, la música en su cabeza…nos traen el recuerdo de «Un tranvía llamado deseo» y Humpty , su segundo marido interpretado con vehemencia e intensidad por Belushi, se convierte en una mezcla de la adoración de Karl Malden y la brutalidad de Brando. La verdad de la sordidez ilumina a los dos magníficos intérpretes desde sus vidas paralelas: Romántica y soñadora, perdida en la evocación de un pasado de actriz libre y bohemia, separada de un músico de jazz del que le queda un hijo pirómano y solitario , fascinado por el cine, que enciende hogueras continuamente y que para su madre es la viva representación de su desgracia, Ginny bebe a escondidas para soportar la vida mediocre al lado de un hombre simple que la salvó de si misma. Humpty, hundido en la desesperación y el alcohol al enviudar y distanciarse de una hija en la que tenía puestas todas sus esperanzas, encuentra en la bella Ginny un motivo para vivir, y juntos sobreviven fieramente en un viaje de retorno a la realidad y sus miserias.
El personaje de Mickey, en su calidad de narrador testimonio de la historia, produce en el espectador una sensación de irrealidad y distanciamiento del film, que tiene que ver con su postura en el triángulo amoroso en que se convierte su relación con Ginny a la llegada de Carolina, la hija de Humpty. Mickey, escritor en ciernes y estudiante de Master , está encantado de interpretar el romántico papel de salvar a una mujer interesante y madura de su vida mediocre, pero para Ginny es su última oportunidad y se lo juega todo en ello. Carolina a los ojos de Mickey posee la belleza, la frescura, el misterio y la fascinación de la experiencia de la vida con su marido mafioso que envía un par matones despistados a buscarla, evocando el estilo de «Balas sobre Broadway». La balanza cae hacia la joven en el corazón de Mickey, lo que desencadena la venganza de Ginny, en un eco ronco de «Blue Jasmine».
Tragedia al fin, la vida es inexorablemente previsible.
Isabel Capdevila
Historiadora de Arte y Catedrática de Lengua Catalana