Corazón gigante
Título original
Fúsi (Virgin Mountain)
Año: 2015: Duración
94 min.
País: Islandia
Director: Dagur Kári
Guión: Dagur Kári
Fotografía: Rasmus Videbæk
Reparto
Gunnar Jónsson, Sigurjón Kjartansson, Arnar Jónsson, Ilmur Kristjánsdóttir,Margrét Helga Jóhannsdóttir, Franziska Una Dagsdóttir, Sigurður Karlsson
Sinopsis:
Fusi, es un bonachón de más de treinta años. Vive con su madre y aparte de su trabajo tiene pocas relaciones sociales. Un día conoce a una chica y a partir de ese momento todo puede cambiar para él.
Comentario crítico
Los países pueden ser grandes, medianos o pequeños. Modernos o anclados en las costumbres antiguas y moralidad estricta, sin ánimo de evolución o sin posibilidad de hacerlo. Con sistemas políticos que organizan sus sociedades más justas o injustas en la distribución de su riqueza y distribución del bienestar social, pero, lo importante dentro de toda esa amalgama de cosas que conforman los pueblos son los seres humanos, que, como individuos componen esas sociedades, y que, solo a través de cada uno de ellos: de sus inquietudes; de su ruindad, bondad o generosidad; su sencillez o altanería, podremos llegar a aceptar o rechazar, y sobre todo, entender -a través del comportamiento de un personaje- el sustrato de cosas por las cuales empatizamos, en general, con esas gentes.
Dagur Kari nos cuenta una historia pequeña, en un país pequeño, con un personaje aparentemente anodino que se deja llevar por las circunstancias y la corriente que le marcan los demás personas que le rodean: madre, compañeros de trabajo, vecinos, y una mujer que conoce casualmente y de la que se enamora.
En ese país pequeño y frio que es Islandia nos sitúa el director a su personaje (Fusi) un gordo bonachón que vive con su madre y su afición preferida: reconstruir algunas batallas de la II Guerra Mundial. Con esa distracción y el perfecto desempeño de su trabajo pasa los días sin otra aspiración ni deseos de cambio. Parece como si no tuviera ninguna pasión o deseo que alcanzar. Fusi es correcto con sus compañeros de trabajo y acepta bromas pesadas sin protestar, que pocos seres estarían dispuestos a soportar, y él, además, ni les guarda rencor, ni les da importancia. Fusi tiene una apariencia física voluminosa, seria, grave, aparentemente torpe, que por su aspecto puede inquietar a más de uno y, precisamente por ello le acarrea algún problema que otro, por eso, también, para conocerlo de verdad debemos entrar a conocer su intimidad; sencilla, humana, sociable, comprensiva, que no juzga a nadie pero que comprende, aunque a veces enigmática, cosa que por momentos nos provoca inquietud, y otras, algo de exasperación por la incertidumbre de no saber exactamente que personaje es en realidad y si en su actitud hay malicia o rencor… ¿Qué insondable misterio encierra ese ser, que se muestra demasiado inofensivo para ser creíble? ¿Cuál es su dualidad oculta? ¿Qué maldades hace en la oscuridad de la noche? ¿Cómo se comporta cuando se enamora? Si es posible que una persona como él se anamore. Preguntas que vamos haciéndonos a medida que avanza la película, y que por momentos nos llenan de desazón, creo que, en parte porque no acabamos de aceptar del todo que en realidad, en nuestros días, exista alguien tan transparente como Fusi, en un mundo que pretende presentarse como humano, global y civilizado pero que, aunque de otra forma, sigue imperando la despiadada ley de la selva.
Pepe Méndez
