Exquisita y maravillosa son dos de los adjetivos que más se acercan a mi opinión de esta deliciosa película protagonizada por la actriz irlandesa Saoirse Ronan, mucho más favorecida desde su operación de nariz (ahora luce un rostro más fino y elegante, a años luz de los rasgos que tenía en “The Lovely Bones”).
John Crowley dirige este film basado en la novela del también irlandés Colm Tóibín, donde nos traslada a los años 50, y narra la historia de la joven Eilis, una chica de un pequeño pueblo irlandés que se ve forzada a emigrar a Estados Unidos, concretamente al barrio neoyorquino de Brooklyn, para poder forjarse un futuro mejor. Una vez en Nueva York sentirá nostalgia de su país, familia y amigos, hasta que consigue integrase en su nueva vida y enamorarse de un chico italiano. Pero todo da un vuelco cuando tiene que volver a Irlanda por un asunto familiar y, una vez allí, decidir si se queda en su país o regresa a la vida que se había comenzado a labrar al otro lado del Océano.
Con una dirección artística y diseño de vestuario impecable, la cinta ha conseguido el premio BAFTA a la mejor película, así como meterse en la carrera hacia los Oscars, obteniendo nominaciones a mejor film, guión adaptado y actriz.
La banda sonora de Michael Brook es destacable, con una música de aires celtas, y una gran actuación del cantante irlandés Iarla Ó Lionáird, que emociona con su interpretación de la canción de amor tradicional “Casadh an tSúgáin” en una de las escenas más conmovedoras del film.
Estupendo en el papel de cura el actor Jim Broadbent, que no deja de sorprender por sus
camaleónicos trabajos. Tan pronto lo ves interpretando al director del “Moulin Rouge” que canta y baila, a padre separado en “El diario de Bridget Jones” o pareja de Judi Dench en “Iris” (por el que obtuvo el Oscar a mejor actor de reparto). Destacable también la actuación de Julie Walters, la dicharachera amiga de Meryl Streep en “Mamma Mia”, a la que conocí por su trabajo de profesora de ballet en “Billy Elliot”.
Una de las mejores cosas que tiene “Brooklyn” es el adorable acento de Saoirse Ronan (y del resto del equipo irlandés) por lo que es una obligación visualizarla en versión original. Verla doblada sería casi pecado. Por cierto, el nombre de esta joven promesa del cine se pronuncia “Sersha”. Es lo que tienen los nombres celtas, que poco o nada tienen que ver con el modo en cómo se escriben.
“Brooklyn” es, por el momento, la mejor película que he visto este año.
Helena García Castaño
@hgcsirena
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