J’accuse

Año: 2019

Duración: 126 min.

País:  Francia

Dirección: Roman Polanski

Guion: Roman Polanski, Robert Harris (Novela: Robert Harris)

Música: Alexandre Desplat

Fotografía: Pawel Edelman

Reparto

Jean Dujardin, Louis Garrel, Emmanuelle Seigner, Grégory Gadebois, Hervé Pierre, Wladimir Yordanoff, Didier Sandre, Melvil Poupaud, Eric Ruf, Mathieu Amalric, Laurent Stocker, Vincent Pérez, 

Sinopsis

En 1894, el capitán francés Alfred Dreyfus, un joven oficial judío, es acusado de traición por espiar para Alemania y condenado a cadena perpetua en la Isla del Diablo, en la Guayana Francesa. Entre los testigos que hicieron posible esta humillación se encuentra el coronel Georges Picquart, encargado de liderar la unidad de contrainteligencia que descubrió al espía. Pero cuando Picquart se entera de que se siguen pasando secretos militares a los alemanes, se adentrará en un peligroso laberinto de mentiras y corrupción, poniendo en peligro su honor y su vida.

Crítica:

Roman Polanski lleva al cine uno de los  juicios más turbios de las acomodaticias fuerzas armadas francesas de entre siglos, que empañaron su credibilidad en toda Europa y que partió en dos la opinión de la sociedad francesa, creándose vergonzosos enfrentamientos entre ambos bandos, sobre todo, a raíz del artículo de Emile Zola publicado en la prensa señalando a todos los altos mandos del ejército que participaron en la farsa del amañado juicio, pero que, a consecuencia de esa valiente denuncia  costó al escritor un año de cárcel y una multa de 30.000 francos, aparte de los enemigos acérrimos que se creó, surgidos de esa parte de la sociedad recalcitrante que le tachó de traidor a la patria.

El director polaco brilla de nuevo en este film, cuidando con esmero el estilo narrativo, con un discurso pulido de investigador científico que va acumulando pruebas que certifiquen la teoría de la inocencia ante la frustración de no poder compartir ni comentar con nadie esos descubrimientos, porque todas las fuerzas centrífugas más ruines que se encuentran en la naturaleza humana están en contra. El director va desgranando metódicamente, a través de seguir los pequeños detalles del coronel Picquart (el personaje principal) con un lenguaje clásico, pausado, pero lleno de suspense contenido en cada detalle descubierto, para completar un puzle del que las piezas principales las tiene ocultas el alto Estado Mayor.

Es una película inteligente, del mas puro estilo clásico, inmersiva pero no pasional, alejada del ritmo de acción desenfrenada que encontramos en las corrientes del cine actual para contarnos cualquier historia, pero que, de forma inevitable nos sumerge en cada detalle de la trama y nos hace vivir con suspense e intriga cada escena y cada plano.

Sin menospreciar sus últimos films, “Un dios salvaje” (2011), “La dama de las pieles” (2013), o“Basada en hechos reales”(2017), con “El oficial y el espía” nos encontramos al mejor Polanski después de “El pianista”. Esta historia enmarcada entre 1895 y 1907 tiene un diseño de producción perfecto que se ve reflejado en cada detalle, desde escenografía, vestuario, rigidez en el trato militar por una parte y, desidia como la otra cara de la moneda o, la falta de higiene que caracterizaba la época, así como el tópico tan característico de liberalismo en la sociedad francesa. También, entonces como ahora, el poder de influencia que la prensa tenía en la opinión pública y como esta incidía en la política.

A tener en cuenta el corto diálogo final entre los dos personajes principales, cargado de ética, conciencia e integridad moral, tan perdida en gran parte de la política actual.

Perfectas la interpretaciónes que tienen Jean Dujardin en la caracterización del  Coronel Georges Picquart, y la de Louis Garrel, como el sufrido Alfred Dreyfus.

La banda sonora compuesta por Alexandre Desplat, muy seca y poco emotiva a veces, aunque entonada y contundente al final, viene a redondear el mensaje trágico del drama humano

Pepe Méndez