El Papa Francisco, un hombre de palabra
Cartelera España 28 de septiembre

Año: 2018
Duración: 96 min.
País: Suiza
Dirección: Wim Wenders
Guion: Wim Wenders
Música: Laurent Petitgand
Fotografía: Lisa Rinzler

Reparto
Documentary, Jorge Mario Bergoglio (Francisco)
Productora
Coproducción Suiza-Italia-Alemania-Francia; Vatican Television Centre / Célestes Images / Decia Films / Fondazione Solares Suisse / Neue Road Movies / PTS Art’s Factory / Solares Fondazione delle arti. Distribuida por Focus Features / The Palindrome
Género
Documental | Religión. Biográfico

Sinopsis
El 13 de marzo de 2013, el cardenal de Buenos Aires, el argentino Jorge Mario Bergoglio, se convirtió en el pontífice número 266 de la Iglesia Católica. Se trata del primer papa procedente de América del Sur, el primero del hemisferio sur y el primer jesuita en ser nombrado obispo de Roma, pero, sobre todo, es el primer papa que elige el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís (1181-1226), uno de los santos cristianos más venerados y un reformador que dedicó su vida a la «Hermana Pobreza» y a profesar su profundo amor por la naturaleza y todos los seres vivos de la «Hermana Madre Tierra».

Crítica:

El por qué el actual Papa decide llamarse Francisco es una de las aclaraciones más hermosas de la película, que trascienden al llenado de contenido todo el mandato de su pontificio, y lo que dará sentido, como la luz del faro, a sus decisiones en su viaje posterior. En sus visitas a diferentes puertos del mundo parece ser que esa luz es la que le sigue guiando, sin apartarse de la idea de acercarse al pueblo y contribuir en lo que pueda a unir a las personas, sea cual sea su clase social, religión o etnia.

La película se centra en sus discursos, llenos de declaración de intenciones, que puedan contribuir a mejorar la vida de las gentes más desfavorecidas; en sus relaciones internacionales de acercamiento a guías espirituales de pueblos enfrentados por diferentes concepciones de la idea de Dios; en la inquietud por preservar sosteniblemente el medio ambiente e intentar hacer que lo comprendan los principales líderes del mundo; en erradicar la pobreza y en respetar la vida que puebla la tierra.

Mirando ese itinerario puede parecerse bastante al ideario de San Francisco, aquel santo de los Sglos XII y XIII, pero deberíamos preguntarnos si será capaz de hacer algo más para lograr esas metas que se ha propuesto.
Wim Wenders estructura el film desglosando partes de su itinerario apostólico y humano, mientras se remonta al principio de su misión como obispo de Auca, Argentina, (1992) y su sintonía con el movimiento teología de la liberación, nacido al final de los sesenta, donde una serie de obispos y sacerdotes en Sudamérica, consideraron que el evangelio exigía una opción preferencial por los pobres.

La película resulta bastante emotiva, acercándose a la parte humana de una manera sencilla, sin autobombo ni imposturas que podrían encorsetar al personaje y distanciarlo del espectador escéptico no creyente, sin embargo, crea el retrato de una persona sencilla, nada engolada en el cargo ni en la retórica vacua, y sales con la sensación de que detrás de ese personaje hay un ser de ideas flexibles, lleno de sinceridad, comprensión y buena voluntad en el que se puede confiar en lo que dice, que desea vivir en una habitación, lejos de oropeles, en el que pueda hacerse él mismo la cena. Como declara en ciertos momentos: “Mi gente es pobre y yo soy uno de ellos”.

Claro que, no estoy seguro que sea tan ingenuo de ignorar los peligros que entraña luchar contra los poderosos molinos y salir indemne, sobre todo, cuando los vientos los manejan poderosas gentes «amigas» que no están de acuerdo con los principios de perder privilegios.

Pepe Méndez