Año: 2019
Duración: 108 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Taika Waititi
Guion: Taika Waititi (Novela: Christine Leunens)
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Mihai Malaimare Jr.
Reparto
Roman Griffin Davis, Scarlett Johansson, Thomasin McKenzie, Taika Waititi, Sam Rockwell, Rebel Wilson, Alfie Allen, Stephen Merchant, Archie Yates, Luke Brandon Field, Sam Haygarth, Stanislav Callas,
Sinopsis:
Jojo «Rabbit» Betzler (Roman Griffin Davis) es un solitario niño alemán perteneciente a las Juventudes Hitlerianas que ve su mundo puesto patas arriba cuando descubre que su joven madre Rosie (Scarlett Johansson) esconde en su ático a una niña judía (Thomasin McKenzie). Con la única ayuda de su mejor amigo imaginario, un niño un poco idiota, Jojo deberá enfrentarse a su ciego nacionalismo.
Crítica:
El director neozelandés Taika Waititi elige una novela dramática sobre los nazis de Christine Leunens para hacer una adaptación de comedia satírica algo naif, con esperpénticos toques de humor y toda la mordacidad que el tema de la propia ideología lleva implícita.
El film tiene una puesta en escena muy particular, pues está contada visualmente con cierta atmosfera de onirismo colorista deslumbrante, acompañada de una banda sonora tan anárquica y poco ortodoxa como sorprendente que, hace pensar por momentos que nos está introduciendo en un musical; todos esos aspectos, que para algunos pueden parecer disonantes, o, cuanto menos, extraños, hacen de esta película una obra sobre la que pueda haber un sector de público que le cueste su asimilación y no entre en el tema que trata, sin embargo, ha sido reconocida en numerosos festivales como una obra original, con premio de público incluido en el Festival de Toronto y, 6 nominaciones a los próximos Oscar.
El tema que trata: los métodos de adoctrinamiento por las Juventudes Hitlerianas a los adolescentes y niños reclutados de hasta 10 años de edad, a través de inculcar el patriotismo, el idolatrar al jefe, e inculcar el odio y el menosprecio hacia los judíos, y, al final, el desencanto de la sociedad alemana por su iluminado Furher que tantos desastres causó. Waititi lo articula ridiculizando los comportamientos de los monitores de una manera totalmente histriónica, a veces pintados con brocha gorda, aunque de cierta efectividad y escenarios simples pero deslumbrantes.
Sorprendente la banda sonora que acompañan las imágenes, que empieza con los Beatles y termina con David Bowie versionando una popular canción alemana.
Bien como debutantes lo jóvenes actores Roman Griffin Davis, como niño adoctrinado alemán y la adolescente Thomasin Mckenzie en el papel de judía, y, como siempre, una deslumbrante Scarlett Johansson en su corto pero significado papel de madre de Jojo. Tambien, constatar la presencia de Taika Waititi en la caracterización de Adolf Hitler, que aparece oníricamente en la imaginación del niño.
Pepe Méndez
