Año:2019
Duración: 123 min.
País: Francia
Dirección: Olivier Assayas
Guion: Olivier Assayas
Fotografía: Denis Lenoir
Reparto
Penélope Cruz, Edgar Ramirez, Wagner Moura, Gael García Bernal, Ana de Armas, Leonardo Sbaraglia, Harlys Becerra, Julian Flynn, Gisela Chipe, Steve Howard
Productora: Coproducción Francia-España-Bélgica-Brasil; CG Cinéma / RT Features / Nostromo Pictures / Scope Pictures
Sinopsis
La Habana, principios de los 90. René González, piloto cubano, roba un avión y huye de Cuba, dejando atrás a su amada esposa e hija. Comienza una nueva vida en Miami. Otros desertores cubanos pronto le siguen e inician una red de espionaje. Su misión es infiltrarse en organizaciones anticastristas violentas, responsables de ataques terroristas en la isla.
Critica:
Con todo y ser una película algo compleja, porque el director y guionista Olivier Assayas ha querido retratar no solo un mundo de por sí intrigante, en el que la política y el engaño juegan un papel predominante tan peligroso como traicionero, si no también las consecuencias desoladoras que eso tiene para las familias de los que se atreven a meterse en ese juego, y que, ajenas a ese mundo pagan consecuencias.
Película de bastantes personaje y variados núcleos dramáticos que centran el interés por secuencias, aunque en algunas fases de la narración nos hace dudar de si tal amalgama de líneas narrativas que se abren, van a converger en algún momento. El guion, como los personajes, parecen jugar al gato y al ratón, que es muy propio del género de espionaje y contraespionaje, en la que todos espían y, a la vez son espiados.
Pero esos puntos de interés carecen de suficiente tensión y andan demasiado dispersos para que sigamos la línea argumental de una manera fluida. Otro aspecto en el que el director no acierta es el tono dramático de la narración, de tal forma que, a veces parece un thriller, en otros momentos da la impresión de que estamos viendo un drama político, para acto seguido convertirla en una película de espías con trazas de documental y, terminar con un drama social en el que el centro de todo es la familia. Precisamente es en esa parte: donde muestra la relación afectivo familiar de encuentros y desencuentros entre René Gonzalez (Edgar Ramirez) y su esposa (Penélope Cruz), donde consigue mayor acercamiento del público con la historia que nos cuenta. Algunos cortes de entrevistas con políticos y militares reales (Fidel Castro) así como la cumbre entre delegaciones diplomáticas de Cuba y EEUU, implementan un valor añadido que hace más valiosa la historia que nos cuenta.
En cualquier caso, hay que felicitar a Olivier Assayas por comprometerse a contar en esta película unos turbios pasajes, poco o nada difundidos en la prensa mundial, relacionados con la actitud inmoral política de EEUU con su vecina Cuba y, por extensión, con casi todos sus vecinos centro y sur americanos, cuando los regímenes políticos no son de su agrado.
También hay que felicitarle por el plantel de actores y actrices que ha logrado reunir en esta película, en muchos momentos, es debido al brillo de ellos y sus personajes que nos mantienen pendientes de su desarrollo, pero sobre todos, destaca la interpretación de Penélope Cruz, haciendo de la esposa cubana de un supuesto traidor. ¡Lo borda!
También, Ana de Armas, en un papel más secundario, muestra su fuerza, sus dotes y su carisma, que justifican el que cuenten con ella para grandes producciones norteamericanas. Parece que es un valor ya asentado en esas tierras.
De Edgar Ramirez, Leonardo Sbaraglia, Gael García Bernal o Wagner Moura (uno de los actores de están de moda) solo podemos decir que encarnan sus personajes con naturalidad y gran credibilidad.
No es un film perfecto, es más, creo que es una obra muy desigual, pero tampoco es para desestimarla, sobre todo, porque destapa un pasaje tan poco conocido como el intento de la implantación del terrorismo en Cuba, desde Miami (aparte del bloqueo económico) por los enemigos del régimen Castrista.
Pepe Méndez
