Leto
Año: 2018
Duración: 128 min.
País: Rusia
Dirección: Kirill Serebrennikov
Guion: Lily Idov, Mikhail Idov, Kirill Serebrennikov
Reparto
Irina Starshenbaum, Teo Yoo, Roman Bilyk
Sinopsis
Leningrado, un verano a principios de los 80: la escena del rock de la ciudad está en pleno apogeo. Viktor Tsoï, un joven músico que creció escuchando a Led Zeppelin, T-Rex y David Bowie, está tratando de hacerse un nombre. El encuentro con su ídolo Mike y su esposa, la bella Natacha, cambiará su destino. Juntos construirán una leyenda como pioneros del rock ruso.
Crítica:
La película de kirill serebrennikov, “Leto” nos muestra todo un paisaje del sistema comunista de los años ochenta en el panorama musical de esa región, en el que unos muchachos entusiastas de los sonidos vanguardistas que les llegaban del otro lado del todavía “telón de acero cultural” en el que el sistema político aún se resistía aceptar que se pudieran implantar esos gustos y contaminaran el espíritu del partido y corrompiera a la juventud.
Viktor Tsoï y sus amigos, crean una banda de música Rock y consiguen hacer algunos conciertos ante públicos controlados y sujetos a estrictos comportamientos de movilidad por comisarios culturales, que regían las conductas de cada uno de los asistentes. A veces el entusiasmo es tal, que la situación del público está a punto de desbordarse. En esas escenas el director nos muestra la impotencia para vencer esas mordazas de represión social de la época, en ese lugar. Puede parecer ridículo visto por alguien que no sea capaz de situarse en esa realidad social. Unas imágenes que adquieren mayor entidad de cine documental cuando están fotografiadas en blanco y negro contrastado, recordando todas las imágenes que 20 años antes quedaron fijadas, como iconos, de la emergencia de un sinnúmero de grupos musicales en Europa y América, y la revolución del mayo del 68.
La película es un gran retrato de esa juventud inquieta que se ahoga en unas atmósferas con las que no se identifican ya, porque ha nacido en su interior una gran perturbación, despertando nuevos gustos musicales a raíz de los vientos de cambio llegados desde fuera, incitando su espíritu a la pasión creadora con aspiración de crearse su espacio como artistas. Pero en medio de toda creación hay convulsiones y perturbaciones. A veces ansiedades y controversias. Explosiones de ira o de alegría. Enamoramientos y decepciones. Y con frecuencia, alcohol, juegos eróticos y desengaños.
En general, el film está planteado en muchos momentos como un musical, en el que se expone la vitalidad juvenil, la lucha, dentro del juego por conseguir el reconocimiento de la creación artística – en este caso, que se oigan las canciones compuestas por el grupo- la curiosidad por descubrir nuevas sensaciones y experiencias, la necesidad por el cambio de hábitos y vida. Todo ello dentro de una relación de respeto y amistad de unos amigos que se ayudan, que caminan juntos por una senda que todo es futuro, que la vida es música, es alegría, pero que a veces aparece la soledad y tienden a alejarse. Así que después de unos años de aventura, pocos, porque la vida pasa deprisa, le invade la tentación de volver al camino para saber que ha quedado de aquello que dejaron a medias. En un intento por desprenderse de la nostalgia de lo que fue, de lo que ya no puede ser, solo queda aceptar que el tiempo pasa, que las cosas pasan y el deber de un ser maduro, es aceptarlas con respeto tal como son.
Gran ambientación de época. Muy buena puesta en escena con gran creación de atmósferas y magníficas interpretaciones, hacen de esta película tenga un valor histórico reciente, de un tema poco tratado y algo desconocido de ese lugar y de la música de esa época en Rusia, todavía con el muro entre las dos Europas.
Pepe Méndez