Nieva en Benidorm
Año: 2020
Duración: 117 min.
País: España
Dirección: Isabel Coixet
Guion: Isabel Coixet
Música: Alfonso de Vilallonga
Fotografía: Jean-Claude Larrieu
Reparto
Timothy Spall, Sarita Choudhury, Pedro Casablanc, Ana Torrent, Carmen Machi, Édgar Vittorino, Leonardo Ortizgris, Marc Almodovar, Kiva Murphy
Sinopsis
Peter Riordan es un hombre solitario, maniático y metódico, obsesionado por los fenómenos meteorológicos. Cuando le dan la jubilación anticipada en el banco en el que ha trabajado toda su vida decide visitar a su hermano, Daniel, que vive en Benidorm. A su llegada a la ciudad descubre que su hermano ha desaparecido y que éste era propietario de un club donde trabaja Alex, una misteriosa mujer que ejerce una poderosa fascinación sobre él. Recurre a la policía, pero nadie sabe que hacer para encontrarlo.
Crítica:
Silvia Plath es un pretexto poético-romántico para dar profundidad y universalidad a una historia que, posiblemente en manos de cualquier otro director hubiera podido quedar en una especie de juego banal de una comedia inacabada, sin importancia, pero que Isabel Coixet, con una corriente creativa tan personal como original -aunque no exenta de controversia en algunos títulos- sabe introducirnos en las entrañas sensibles de unos personajes desplazados, que buscan su esencia, tardía, en el apoyo y comprensión en los demás seres de un extraño entorno.
Es una historia mas personal que La librería (2017) con un guion más libre y, por tanto, con mas concesiones hacia la abstracción, en este sentido, mas desprendido de la naturaleza racional material, física y visual, sin importar tanto el seguimiento espectral -en su virtualidad plástica en la pantalla- de los personajes en su desarrollo argumental, sino el misterio en el que se mueven y su latente suspensión en el espacio en el que se relacionan cada uno de ellos.
La directora desgrana la narración con metódica pausa, en un engarce de ricos personajes, abordados con dosis de mesura y talento, y escena por escena, nos va mostrando el colorido poliédrico de la interioridad de estos, sin olvidar mostrarnos sus ataduras con lo material, como puntos de apoyo para cerrar el círculo argumental.
No es una película redonda, pero si es una muestra de originalidad y libertad creadora bien hecha. La película pasa por momentos de planteamiento dramático, a convertirse en la siguiente secuencia en una desenfadada y pícara comedia.
También es una demostración de control de unos actores que saben sacar partido de unos personajes dudosos a veces, por su apariencia dual, pero que aun mostrándose tan distintos unos de otros, consiguen crear una armónica compensación en el conjunto de la historia. Tanto en el trance del drama como en el de la comedia, todos están magníficos en esta obra con tintes poéticos, una chispa romanticona y, algo de nostálgico misterio.
Pepe Méndez