Año: 2020
Duración: 92 min.
Dirección: David Victori
Guion: Jordi Vallejo, David Victori, Clara Viola
Música: Adrian Foulkes, Federico Jusid
Fotografía: Elías M. Félix
Reparto
Mario Casas, Milena Smit, Joaquín Caserza, Victor Solé, Elisabeth Larena, Fernando Valdivieso, Albert Green, Andreu Kreutzer
Sinopsis
Dani, un buen chico que durante los últimos años de su vida se ha dedicado exclusivamente a cuidar de su padre enfermo, decide retomar su vida tras la muerte de éste. Justo cuando ha decidido emprender un largo viaje, conoce a Mila, una chica tan inquietante y sensual como inestable, que convertirá esa noche en una auténtica pesadilla. Las consecuencias de este encuentro llevarán a Dani hasta tal extremo que se planteará cosas que jamás habría podido imaginar.
Crítica:
No matarás, la última película en la que Mario Casas exhibe un nuevo registro de personaje complejo, se presenta como la gran novedad del cine español, en un intento de revulsivo para animar a los espectadores a acudir a las salas de cine.
El film se presenta con la aureola de la buena interpretación del actor, encarnado a un personaje que en una sola noche desarrollará una transformación a través del encuentro con Mila (Milena Smit) una jovencita y excéntrica desconocida de diabólico atractivo, que le pide un favor, y que él -de personalidad algo pusilánime y decaído por la reciente muerte del padre- no es capaz de negarse, con toda naturalidad se lo concede.
Ese es el principio de una odisea, trágica y casi surrealista, contada con intensidad y ritmo por el director manresano David Victori, que utiliza una serie de registros del lenguaje audiovisual para intensificar la angustia, el desconcierto, el suspense y la violencia; introduciendo en ese juego la luz, la escenografía, el constante movimiento de cámara, el formato de pantalla y la, por momentos, densa banda sonora. Pero prevalece sobre todo, las caracterizaciones, la más inquietante personalidad y look de algunos personajes, que trasmiten la sensación de que Dani está relacionándose con imprevisibles y peligrosos cyborgs, más que seres humanos, que nos llevarán a un viaje en la noche algo parecido a una pesadilla. Esa introducción en la espesa noche y el chico que se deja llevar desamparado, a merced de los acontecimientos, nos recuerda el film de M. Scorsese, “Jo, que noche” (1985) pero también ¡y de que manera! Al de J. Demme, “Algo salvaje” (1986) aunque el género en la que se presenta No matarás, el lenguaje discursivo: largos planos secuencia, seguimientos con planos subjetivos del personaje incitando el suspense y, sobre todo, que la argamasa dramática sea muy diferente, más salvaje y despiadada, la hacen rabiosamente de satisfactoria actualidad.
La interpretación de Mario Casas es buena, dando vida a un personaje que quiere mostrarse limpio, pero queda como algo oscuro, contradictorio y no muy lúcido, que comienza recatado, sin mostrar signos sensitivos y en su transformación termina todo corazón, embotado su cerebro por los acontecimientos y poco reflexivo.
El actor se esfuerza por demostrarnos su talento, a través de sus diferentes y variados registros, para ser valorado, y es cierto que está haciendo méritos con su versatilidad interpretativa para que se le incluya (gane o no) en la nominación de algún Goya. En este año 2020, esta es su tercera película estrenada, “Hogar” (con un papel de víctima) que finalmente y debido a la pandemia no se estrenó en las salas y se pasó en Netflix, “El practicante” (encarnando a un siniestro torturador) que directamente ha pasado a las plataformas, y esta meritoria No matarás, que se estrena este viernes en salas, por la que es muy posible que la academia le tenga en cuenta, aunque yo, desde aquí, le aconsejaría que cuide lo más preciado de un actor: vocalización y voz. Creo que ahí tiene mucho a mejorar. Claro que, en cine no parece que eso siempre tenga tanto valor, en interpretaciones tan intensas, llenas de autenticidad histórica como en El fotógrafo de Mauthausen, ese déficit no se le puede tener en cuenta. Su esfuerzo por trasmitir credibilidad se evidencia superior a todo lo demás.
Pepe Méndez