(LA ÉPICA DE LA CONQUISTA)

Título original: Oro
Año: 2017
Duración
103 min.
País: España
Director: Agustín Díaz Yanes
Guion: Agustín Díaz Yanes (Libro: Arturo Pérez-Reverte)
Música: Javier Limón
Fotografía: Paco Femenía
Reparto
Raúl Arévalo, José Coronado, Bárbara Lennie, Óscar Jaenada, Luis Callejo, Juan José Ballesta, Juan Diego, Juan Carlos Aduviri, Anna Castillo, Antonio Dechent, Juan Echanove, Andrés Gertrúdix, José Manuel Cervino, Diego París
Productora
Apache Films / Sony Pictures España / Atresmedia Cine

Sinopsis
En el siglo XVI, los conquistadores españoles Lope de Aguirre y Núñez de Balboa emprenden una épica expedición compuesta por 30 hombres y 2 mujeres, por la selva amazónica, en busca de una mítica ciudad que, según se dice, está hecha completamente de oro.

Crítica:
Con una ambientación muy cuidada, una fotografía excelente y un amplio plantel de actores destacables, Oro se sumerge en las ciénagas de la conquista del nuevo mundo, entre las miserias de la ambición y la locura, que lleva casi a la autodestrucción de un grupo de soldados, buscando la ciudad de oro, con una narración bastante paralela –aunque más doméstica- a lo que unos siglos después escribió Joseph Conrad en su novela “El corazón de las tinieblas”.
A partir de un relato de Arturo Pérez Reverte y con guion suyo y del propio director, Agustín Díaz Yanez, nace esta película sobre la conquista de las américas por los españoles a principios del siglo XVI, y se centra, sobre todo en la brutalidad que aquellos hombres,(reclutados de todas las Españas) eran capaces de infligir tanto a amigos como a enemigos, por su ansia de riqueza y gloria. Queda patente su capacidad para arrasar sin piedad lo que encontraban a su paso, fuesen animales, hombres, mujeres o niños, amigos o enemigos, o realizar las mayores traiciones a sus compañeros con tal de repartirse una mayor parte del botín. A este grupo de soldados también les acompañaba el fanatismo religioso de los guías espirituales, aparte de la codicia, y en menor grado, la nobleza, aunque esta se halla en desventaja en semejantes condiciones.
Aquel que se ha adentrado en la historia de esa época sabe bien que el peor enemigo de la conquista fueron los propios españoles -más que el desconocimiento del terreno o los temibles guerreros oriundos- fue la deslealtad, las traiciones, las insubordinaciones, los motines y la desconfianza.
Hay que decir en este aspecto, que la película de Yanez refleja con bastante precisión toda esa época, es un viaje de penurias, miserias e intrigas continuas, pero es una historia ya conocida que aporta la consabida violencia –en esas expediciones existía a raudales- pero le falta épica, algo de nervio narrativo y candor humano. Es un discurso tosco, con pocas aportaciones respecto a otras películas que narran lo mismo, y los personajes me parecen algo acartonados, más apropiados para el cómic que para encarnar figuras más o menos históricas en cine. Es una percepción de atmósferas, porque los actores están magníficos y nada se les puede reprochar técnicamente, si no es un exceso de tosquedad, así como las dos actrices que les acompañan -excelente como siempre, Bárbara Lennie, y muy bien Anna Castillo-.
Aun siendo una película notable, he tenido la percepción de que le faltaba aceite en las juntas del motor que suavizara las transiciones de escenas y los cambios de humor de algunos personajes, y madurar sus relaciones antes de explosionar. También he tenido la sensación que me sobran los muertos: la expedición la conforman treinta pero me parece que a la hora de morir sean doscientos, y eso lo emparento más con el western, que se presta más a la épica fantástica Hollywoodiense, que a un film que quiere acercarse más a un onírico, pero a la vez, histórico documento.
La película tiene algunas secuencias impagables, como cuando el escribidor del Rey lee al criado lo que ha escrito de él en el libro de documentos y este le confiesa que si ha escrito que es un criado del capitán ya no puede volver a España, porque aunque vuelva rico todos sabrán que ha sido un criado.
Un producto digno, interesante para los que quieran acercarse a la realidad de nuestra historia, aunque lo que se cuente difiera algo de la realidad se asemeja mucho a tantas historias que allí se desarrollaron, en una época en la que España se ensanchaba, aunque no tan gloriosamente como nos han querido hacer creer.
Pepe Méndez