El último trabajo de la argentina Nora Ancarola asentada en Barcelona se denomina “Panóptico_frontera 601”. Se ha exhibido en el Palacio de la Virreina de Barcelona, y aún tratándose de una instalación modesta ha asombrado al público ya motivado, pero también al público local y a los muchos turistas que visitan el centro como parte de su circuito Barcelona-parque.
En su videionstalación Nora parte del concepto del “panoptismo” un modelo arquitectónico y penitenciario que permite “vigilar sin ser visto”,un desarrollo del pensador Bentham, que como explica la artista visual, aparece en las reflexiones del filósofo Michel Foucault en los setenta del pasado siglo, en que éste elabora una arqueología de los dispositivos disciplinarios, a lo largo del tiempo en la escuela, la clínica y la cárcel.
El “panoptismo” consiste, en apretada síntesis, en la estructura carcelaria que permite a un vigilante desde un núcleo central muy elevado controlar un gran número de presos que no saben en que momento les tiene “en el punto de mira”. A esta práctica se referirá Michel Foucualt en su libro Vigilar y castigar (1975), y Nora recupera el concepto justo de ahí, ya que le resulta una excelente motivación para analizar la supervivencia del modelo pretérito, en tiempos digitales, donde las cámaras se convierten en los ojos que todo lo ven…
Nora se detiene, por ejemplo, en la llamada “caseta de los alemanes”, eufemismo donde aún hoy se denomina, un búnker de la Gestapo instalado a principios de la Segunda Guerra Mundial en Portbou.
En su propuesta videoartística, “Panóptico_frontera 601” el propio espectador desde un lado concreto de la videoinstalación es grabado por una cámara oculta que posteriormente emitirá sus imágenes en el lado opuesto del mismo espacio, todo ello a través de un sistema de proyecciones, cajas de luz y objetos que escenifican la gramática técnica del control visual, trasladando al ámbito museístico la experiencia panóptica, presentando también testimonios de quienes sufren hostigamientos fronterizos.
Las imágenes y los lenguajes de Nora Ancarola permitirán comprender cómo se desarrolla la vigilancia en el presente, a través de esta suerte de dispositivos físicos, panópticos digitales, donde “vigilas o te vigilan…”