Silvio (y los otros)
Título original: Loro: International Cutaka
Año:2018
Duración: 150 min.
País. Italia
Dirección: Paolo Sorrentino
Guion: Paolo Sorrentino, Umberto Contarello
Música: Lele MarchitelliFotografía
Reparto
Toni Servillo, Elena Sofia Ricci, Riccardo Scamarcio, Kasia Smutniak, Euridice Axén,Fabrizio Bentivoglio, Roberto De Francesco, Dario Cantarelli, Anna Bonaiuto.
Productora
Coproducción Italia-Francia; Indigo Film / Pathé / France 2 Cinema
Sinopsis
Silvio Berlusconi (Toni Servillo) se encuentra en el momento más complicado de su carrera política, recién salido del gobierno y con las acusaciones de corrupción y de sus conexiones con la mafia a punto de llegar a los juzgados. Sergio Morra (Riccardo Scamarcio) es un atractivo hombre que sueña con dar el salto de sus cuestionables negocios de provincia a escala internacional. El camino más rápido para conseguirlo es acercarse a Silvio, el hombre más poderoso de Italia.
(La versión original estrenada en cines en Italia consta de dos películas: ‘Loro 1’ y ‘Loro 2C’. Para su distribución en el resto del mundo se ha hecho una sola película.)
Opinión:
En un intento de estar en sintonía con el personaje real que representa ser Berlusconi, el director y guionista de esta película, Paolo Sorrentino, ha querido enmarcarla a nivel estético, en un torrencial culto de excesos que le pueden ir muy bien a la historia durante un tiempo, pero que si se prolongan a lo largo de todo el metraje, aparte de parecer pedante y apabullar al espectador con mas de lo mismo, echaremos en falta el rigor humano y la profundidad de crítica personal y social de gente que le rodea y que se guía por otros parámetros morales en ese país en particular, y en el mundo occidental, en general. Porque el film es un exceso “sorrentiano” de principio a fin, en donde, una vez más, Toni Servillo se luce inmaculado encarnando un personaje que, se supone atractivo interpretar para cualquier actor, pero no imaginamos nadie mejor que él para desarrollarlo con tanta convicción, aunque no siempre nos trasmita la credibilidad que no es al actor, sino al personaje que interpreta al que estamos viendo, pero eso lo atribuimos más a la sensación de esperpento coreográfico y carnavalesco en que lo envuelve el director permanentemente.
Es de destacar, en un intento de crear mundos propios, la similitud que encontramos estilísticamente con su compatriota Fellini, en la estudiada recreación de bellos escenarios por donde continuamente se mueven los personajes, aunque en “Silvio” echemos en falta la profundidad y el resplandor que encontramos en su anterior film “La gran belleza”.
Es una película recomendable, a pesar de no estar del todo equilibrada, su espectacularidad, colorido y representación de un mundo paralelo al nuestro, que no vivimos, pero sabemos que está ahí, desarrollándose en algún lugar de nuestra ciudad, con personajes histriónicos que juegan a ser dioses, que quieren ser inmortales pero que cumplen años y con el tiempo se convierten en peleles de ellos mismos, que hacen fortuna en sus negocios y se creen maduros e inteligentes porque tienen una cohorte de vasallos que les dan la razón o que les adulan, sin querer creer que esa adulación no es a su persona sino a su poder económico, hasta que descubren que sus esposas les engañan, que sus hijos no les respetan y que sus amantes les abandonan porque ya no les sirven, y descubren lo frágiles que son, y la inseguridad de si han invertido correctamente en eso tan preciado que es la savia de la vida con amor.
Por todo eso y algunas cosas más vale la pena ver esta película.
Pepe Méndez