Un mundo normal
Año: 2020
Duración: 103 min.
País España
Dirección: Achero Mañas
Guion: Achero Mañas
Música: Vanessa Garde
Fotografía: David Omedes
Reparto
Ernesto Alterio, Gala Amyach, Ruth Díaz, Pau Durà, Magüi Mira, Óscar Pastor
Sinopsis
Ernesto, un director de teatro excéntrico e inconformista, recibe la noticia de la muerte de su madre. Camino al cementerio roba el ataúd para tirar el cadáver al océano, como era su deseo. Su hija, cansada de sus locuras, le acompaña con la intención de hacerle cambiar de idea. En el viaje descubrirá que su padre no es ningún loco, y que uno debe ser fiel a sí mismo, aunque esto, a veces suponga ir en contra de la opinión de la mayoría.
Crítica:
Tal como le están yendo las cosas a Ernesto a estas alturas de su vida; separado de su mujer, cuidando a una hija estudiante universitaria y sin una oferta de trabajo que le satisfaga -aparte de la oportunidad de dirigir una miniserie de televisión con la que no está de acuerdo- así que llevado por su romanticismo y la idealización de la vida se ha vuelto un personaje escéptico, descreído y socarrón, aunque procura guardar la pureza de sus principios.
El hilo conductor de la película es Ernesto (Ernesto Alterio) pero el motor es Carolina, su madre (Magüi Mira) que a sus 76 años es un primor verla, en un derroche de fuerza, rebeldía y convicción. Ella es la compresión y su hijo el vehículo continuista de principios vitales, de esa verdad que cada ser humano guarda en su corazón.
Una película que habla de los lazos que unen a las familias: suaves avenencias y desavenencias entre padres e hijos; diferencias de criterio entre hermanos, debido al carácter individual y, a veces individualista de cada uno de ellos, que hace que los encuentros no sean siempre, aparentemente tan afectuosos como correspondería a una familia de seres inteligentes y cultos, y también, del compromiso de fidelidad de cumplir las promesas hechas a los padres como últimas voluntades.
Este último punto es el pretexto para que esta película se convierta en una especie de “road movie” en la que Ernesto, con su hija (Gala Amyach, hija real del director) se metan en ese viaje en una serie de berenjenales en la que interviene la policía, un perro, una funeraria, un ligue de carretera, la ex mujer de Ernesto, su hermano, que es un virtuoso pianista, y un sinfín de cruces de llamadas telefónicas que la convierten en una comedia ágil, a veces divertida, y con cierta carga de profundidad sentimental e ideológica.
Buen guion de Mañas, aunque podría haber prescindido de alguna secuencia que a veces ralentiza algo el seguimiento de la acción y que nos despista, pero que se contraponen con otras excelentes, aunque un tanto excéntricas. En general es un film que merece ser visto, aunque no sea tan brillante como aquel “El bola” de sus inicios como director.
Hay que destacar que todos los intérpretes logran darle el matiz de naturalidad que requiere su personaje, especialmente a la ya mencionada anteriormente Magüi Mira y Ernesto Alterio, que cada día, en cada papel que le toque interpretar demuestra que mejora como actor.
Pepe Méndez