El Ardor
Año: 2014
Duración: 90 min.
País: Argentina
Director: Pablo Fendrik
Guión: Pablo Fendrik
Julián Apezteguía
Reparto: Gael García Bernal, Alice Braga, Chico Díaz, Claudio Tolcachir, Jorge Sesán,Lautaro Vilo, Julián Tello
Sinopsis::
Un joven chamán vagabundo (García Bernal), que vive en la selva argentina, va a parar a una plantación de tabaco donde vive un hombre con su hija (Alicia Braga). Ese mismo día, unos mercenarios deforestadores, que llevan tiempo acosándoles, irrumpen en la granja y asesinan al padre ante los ojos de la joven, a la que secuestran.
Crítica:
Por el tipo de historia que cuenta, algunos críticos la relacionan con el western, pero solo en el tramo final podríamos asociarla con aquella manera de hacer justicia en aquella época en esa parte de Norteamérica, un medio en el que no existe la ley y los atropellos sin escrúpulos de los invasores se han de vengar con habilidad por los más débiles, aprovechándose del hábitat familiar en el que se mueven y con armas más rudimentarias, pero que dominan que ellos dominan. En ese último tramo del film el director sí que cambia la narrativa, acercándola al lenguaje y estética de héroe sobrio que trabaja en la sombra para llevar a cabo su venganza, con una escritura más cercana -por la utilización del espacio-tiempo cinematográfico- a los clásicos films de Clim Eastwood o a su maestro Sergio Leone, que al John Sturges de Los siete magníficos.
El planteamiento argumental está lleno de buenas intenciones, a través de él se denuncia una realidad que desde hace muchos años aparece con frecuencia en los medios de comunicación: la deforestación de la selva amazónica por grandes empresas madereras, o mineras o de cualquier otro ramo, que lo único que les interesa es el lucro; expropiando con engaños, extorsión o asesinato a los indígenas que aún viven en ese medio, y creando, a través de esos métodos inhumanos una desestabilización incalculable en el medio ambiente de nuestro planeta.
Un tema tan importante merecería un tratamiento más profundo en su análisis, no quedarse solamente en una aventura de asesinato y venganza, eso sí, pasando por un intermedio de encuentro en plena naturaleza de chico, con poderes extrasensoriales de brujo Zem, que salva a chica superviviente, creándose una posterior relación amorosa en lago rodeado de selva virgen. Algo bastante agradable, pero ya muy visto anteriormente en infinidad de ocasiones, y que nos parece un obligado efecto para contentar al espectador.
Como es de esperar, unas imágenes preciosas, impresionantes, nos muestran la espectacularidad del lugar, y en medio de todo ello unos pacíficos seres que desean vivir en paz en ese espacio. Pero aún así, esos paisajes, esos personajes y esa tragedia a la que nos acerca el director, no son suficientes para que la historia nos atrape como correspondería si presenciáramos hechos semejantes, y eso es, seguramente, debido a que está contada con lapsus narrativos que no se llenan de contenido en ningún momento, ni la descripción de los personajes hace que nos familiaricemos con ellos. Entendemos lo que vemos, sí. Comprendemos su causa, sí, pero no nos despierta la empatía suficiente hacia ellos, nos parecen personajes de película, no de carne y hueso.
El film se queda en la aventura personal de supervivencia y nunca llega a alcanzar la universalidad. Intuyo que la aventura de rodarla dejó más huella en los actores y técnicos que realizaron la película que la que esta pretende dejar en el espectador sin lograrlo. No obstante, es un film que se deja ver con interés, y espectación.
Pepe Méndez