En el Restaurante japonés Kak Koy de Barcelona

El primer restaurante que abrió en Barcelona Hideki Matsuhisa (podéis recuperar aquí la extensa entrevista que le hice hace un par de años) fue el Shunka. Situado cerca de la Catedral, pronto se convirtió en un referente por su excelente calidad. Durante años fue mi restaurante japonés favorito.

Después abrió el Koy Shunka, que es el mejor restaurante en el que he estado, sin duda, con el que dio una vuelta de tuerca total. Añadió fusiones y sabores nuevos, acercándose a la cocina de Ferran Adriá. Lo he visitado en varias ocasiones y en nosolocine.net hay crónicas de algunas de ellas.

En enero de este año abrió un nuevo restaurante, el Majide, que visité al poco de ser inaugurado. Podéis recuperar aquí mi artículo.

Todavía no había visitado hasta ahora el Kak Koy que abrió hace ya 8 meses. Con estos 4 restaurantes Hideki Matsuhisa plantea diferentes propuestas a los comensales.

Me saluda en la puerta del Kak Koy un Hideki sonriente y que parece que tiene cierta prisa. Este local está a mitad de camino entre el Koy Shunka y el Koy Shunka, en la calle Ripoll, número 16. Hay escasos metros entre los tres

El nombre en castellano se debe traducir por ¡Qué guay!

Esta expresión coloquial ya nos da una pista. Es de los 4, el restaurante más informal. Hay tan solo un par de meses, de manera que los comensales comparten espacio.

A nivel gastronómico la mayor diferencia reside en que aquí predominan los platos a la plancha. No hay en la carta sashimi, por ejemplo.

El día que fuimos a comer había 8 personas trabajando. El local estaba lleno.

El cliente marca en unas hojas livianas, donde figura toda la carta, lo que quiere, indicando la cantidad. Lo mismo pasa con los vinos, de los cuales varios se pueden tomar por copas. Hay, también, cerveza Kirin de barril y el agua sigue la forma que ya os comenté del Majide, es decir, agua recién hecha (quizá fue este el primer restaurante que siguió esa fórmula, porque abrió antes, se lo preguntaré personalmente a Hideki).

En esta ocasión nos decidimos por probar platos diferentes.

Comenzamos por un pulpo con salsa de sésamo y pepino. El pulpo a feira es mi plato favorito, de manera que siempre me gusta probar este octópodo en diferentes formas.

Seguimos con una caballa soasada, una variante diferente a la del atún, pero bien conseguida, muy sabrosa.

Luego nos pasamos, momentáneamente, a la carne y probamos el secreto de ibérico en brocheta.

Continuamos con los yakisoba (fideos) que mantienen la línea de los otros tres restaurantes. Siempre están muy ricos, en esta ocasión predominaban los calamares.

Exquisito me pareció el maki sushi de atún con spicy que sirven como si fuera un cucurucho. El alga es extremadamente crujiente. Un manjar exquisito. Un gran colofón. Fue lo que más me gustó.