Redescubrir la historia mas cercana

 

Título original: Hidden Figures

Año: 2016

Duración: 127 min.

País:  Estados Unidos

Director: Theodore Melfi

Guión: Allison Schroeder (Libro: Margot Lee Shetterly)

Música: Benjamin Wallfisch, Pharrell Williams, Hans Zimmer

Fotografía: Mandy Walker

Reparto

Taraji P. HensonOctavia SpencerJanelle MonáeKevin CostnerJim Parsons,Mahershala AliKirsten DunstGlen PowellRhoda GriffisAriana NealMaria HowellAlkoya BrunsonJaiden KaineWilbur FitzgeraldSaniyya SidneyBob JenningsLidya JewettRon Clinton Smith

Sinopsis

Narra la historia nunca contada de tres brillantes mujeres científicas afroamericanas que trabajaron en la NASA a comienzos de los años sesenta (en plena carrera espacial, y asimismo en mitad de la lucha por los derechos civiles de los negros estadounidenses) en el ambicioso proyecto de poner en órbita al astronauta John Glenn.

Critica:

Hemos tenido que esperar a que hubiera un Presidente de color instalado en la Casablanca para que la industria del cine de Hollywood abordara ciertos temas sobre la manifiesta segregación e injusticia con los afroamericanos en EEUU. Aunque anteriormente, de vez en cuando se abordara el problema  racial –“La esclava libre”, ( Raoul Walsh) 1957; “En el calor de la noche” (Norman Jewison) 1967; “Adivina quién viene esta noche” (Stanley Kramer) 1967; “Arde Mississippi” (Alan Parker) 1988, y unos cuantos títulos  más esparcidos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, nunca antes se habían producido tal cantidad de películas en tan estrecho espacio de tiempo, tratando  los problemas raciales desde el punto de vista de denuncia y reivindicación en derechos de igualdad para las personas de color, y estoy seguro que la presencia de Obama  al frente del País ha tenido que ver más en esas producciones –directa o indirectamente-  que la estricta ambición por los posibles intereses económicos que estas películas pudiesen acarrear a las productoras.

Hay que decir que estas películas se realizan porque son necesarias para igualar los puntos de vista de justicia social, en un entorno muy marcado por las diferencias étnicas y sociales. Supongo también que, como un intento de concienciación humanista y una educación intencionada de normalidad para los reductos más recalcitrantes, que puede servir a la vez, de espejo para la vergüenza de las mentes más inmovilistas. Y sobre todo, para los hijos de estos. Todavía no sabemos si la estrategia –hemos de decir en todo caso, que bien intencionada– surtirá efecto a corto, medio o largo plazo. Confiemos en que así sea, pues cuando se da un paso adelante y se instaura una norma –en este caso mas en la mente que en la Ley escrita- es muy difícil retroceder, aunque ya sabemos que las fuerzas de reacción siempre son muy poderosas y directamente proporcionales a las fuerzas del mal, que van unidas y están instaladas en el inmovilismo, en general producido por el miedo a lo nuevo, a lo desconocido, que para estos se manifiesta como un  alienígena peligroso.

Así que, como resultado,  nos hemos de felicitar por encontrar  en nuestra cartelera varios títulos que se están dando simultáneamente y que nos descubren temas candentes que no dejan de asombrarnos por venir de un País tan idealizado como Estados Unidos, en donde se libró una larga y cruenta guerra por la abolición de la esclavitud a mitad del siglo XIX, pero donde a raíz de esas historias reales sucedidas a seres humanos cien años después. queda en entredicho toda la literatura escrita sobre el hecho, y la dignidad de una gran parte de ese pueblo, que es la parte Norte del continente americano, tan avanzado tecnológicamente, y tan bárbaro en algunas cuestiones de relaciones humanas.

El retrato que se hace en “Figuras ocultas” de relación entre la comunidad científica blanca y la de color es tan paradigmático que visto desde el punto de vista de hoy es casi de incredulidad. Podríamos ponernos a reir, si no fuera porque sabemos que son hechos reales y nos llena de coraje  el pensar que eso fue así, como nos lo describe Theodore Melfi, guion extraído de un libro que nos cuenta la historia de esas tres mujeres científicas de color (había muchas más detrás de ellas que no adquieren protagonismo pero que estaban allí)  Katherine Johnson, Doroty Vaughn y Mary Jackson, brillantes trabajadoras de la NASA que destacaron poderosamente en la investigación por la carrera espacial en disputa con Rusia, al tiempo que eran marginadas y menospreciadas por una gran parte de sus compañeros blancos, que supongo deben sonrojarse si alguno de ellos ve esta película.

Para mí, ese es el valor principal del film, aunque tenga otros valores a destacar como las magníficas interpretaciones de las tres actrices principales; la buena ambientación de la época; la tensa atmósfera social entre blancos y negros, y el reflejo de la urgencia de aquel momento, dentro del campo político, como cuestión de Estado, por avanzar a su enemigo comunista en el desarrollo espacial. Hechos que compensan ciertas carencias como la falta de ritmo en algunas secuencias y la fría melosidad de algunas relaciones afectivas puntuales de ciertos  personaje. Mi sentimiento es que hechos tan destacables como los que narra la película merecían trasmitirse con bastante más pasión e inspiración, creo que el espectador  entraría en las secuencias más dramáticas con algo más de emotividad e implicación.

Asimismo es una película que aunque solo se justificara  por su temática, debemos dar las gracias por tener la oportunidad de ver la triste realidad no tan lejana, de un País que, para todos, era el espejo en el que queríamos vernos el resto del mundo. Quizá porque lo que exportaban más valioso para ellos, era un mundo de cine. Y solo conocíamos el País a través de este. Otro cine en el que era más difícil encontrar películas críticas.

 

Pepe Méndez