Luis Angel Fernández Hermana -LAFH- periodista-divulgador especializado en ciencia y tecnología y uno de los primeros “apóstoles” de Internet, ha sido un gran adalid del concepto de “comunidades de aprendizaje”. En tiempos en que la “gestión del conocimiento” en las organizaciones era un tema al que se dedicaba especial atención, LAFH desarrolló Enredan-do y el Lab-RSI, una propuesta de laboratorio de Innovación Social, realmente disruptiva. LAFH explicó el procedimiento de generación y gestión del conocimiento y el aprendizaje en las entidades, con una metodología propia, la Red Fractal, que establecía -de alguna manera- los mecanismos internos del funcionamiento de esta pieza de relojería: como se proponían los temas, como se validaban en la organización, y como se ofrecían resultados…
Toda la experiencia de LAFH se basaba en los sistemas de participación a través de foros, que se desarrollaron en el primer Internet: plataformas que permitían de una manera sencilla plantear un tema y profundizar en el mismo a través de distintos hilos de forma muy “amigable”. Curiosamente, esta capacidad participativa de aquellas primeras experiencias se ha perdido con el desarrollo de Internet. La participación no resulta sencilla a través de las herramientas de WordPress, que requieren una operativa algo farragosa y en cierta medida, estos “hilos” de reflexión se han trasladado a las redes sociales, donde la temática futil y banal, de rápido consumo, ha ganado la batalla a la reflexión lúcida, afinada y profunda. Desde estas coordenadas, saltar a las “fake news” ya formaría parte del propio camino…
Hoy me he acordado de LAFH porque he encontrado uno de estos espacios que promueven esa reflexión -Metaculus- creado hace cinco años para desarrollar justamente la reflexión participativa sobre grandes temas de ciencia y tecnología que condicionan nuestra vida y nuestro futuro. Detrás de Metaculus está el astrofísico Greg Laughlin y Antonio Aguirre, también físico, que fue cofundador del FQXi – Foundational Questions Institute, que canaliza investigaciones en física fundamental y otro gran “think tank”, el FLI – Future of Life Institute- al que no hay que perder de vista. El FLI reflexiona, desde una óptica muy humanista acerca del beneficio y la seguridad de las tecnologías disruptivas.
Volviendo a Metaculus advertimos que además de una comunidad que genera aprendizaje y conocimiento” a través de las opiniones categorizadas de los participantes, introduce una formula “gamificadora” que se basa en pronósticos sobre las temáticas que plantead, en parte relacionadas con la ciencia y la tecnología. Si profundizamos más en la mecánica que utilizan vemos que detrás hay toda una filosofía de trabajo: En muchas ocasiones los grupos, las organizaciones y la sociedad en su conjunto no tienen formas de hacer predicciones cuando en dinámicas complejas que no admiten un modelado científico único. En cambio, la investigación que nos proponen en Metaculus (basada en gran medida en el programa IARPA / ACE) muestra que la agregación de predicciones de expertos (o no expertos) individuales puede ser extremadamente eficaz.
¿Puede suponer Metaculus un avance en las comunidades de aprendizaje y conocimiento, que proponía Luis Angel, hace unos años…?