Año: 2018

Duración: 121 min.

País:  España

Dirección: Alfonso Cortés-Cavanillas

Guion: Alfonso Cortés-Cavanillas, Juan Carlos Díaz (Cómic: David Muñoz, Rayco Pulido)

Música: Carlos Martín

Fotografía: Adolpho Cañadas

Reparto

Asier EtxeandiaAitor LunaHugo SilvaMarián ÁlvarezImanol AriasAntonio DechentOlimpia MelinteCristóbal SuárezManuel de BlasRuth Díaz.

Sinopsis

Año 1944. Han pasado años tras la Guerra Civil Española, pero muchos maquis siguen escondidos combatiendo al franquismo. Uno de ellos es Anselmo, que se queda sordo tras una acción de sabotaje. Escondido por los montes y acorralado por el ejército, su sordera le hará estar vigilante, pero le puede pasar factura más que sus perseguidores.

Comentario:

No es fácil sacar de la contienda de nuestra Guerra Civil un western crepuscular y salir vencedor del intento. Cortés-Cavanillas lo ha intentado, y mi impresión es que la prueba le ha superado, pasándole por encima como un rodillo y dejándole algo alambicada su loable intención. Aunque desde el principio la acción de la película deja una impronta de nerviosa tensión, así como un derroche de medios de producción espectaculares y un plantel de actores de mucho valor y reconocido prestigio, pero todo ese nervio se va diluyendo en secuencias algo confusas y batallas de fuego fatuo que van desdibujando el sentido de la realidad, y también la credibilidad de la narración.

En esta película se mezclan demasiados elementos de diferentes géneros, no solo del western, para que podamos seguirla con un discurso coherente y centrado en el tema sin perdernos en las ramas, más que en la centralidad de lo que pretende contar. Muchas escenas, inspiradas en cuanto a imagen, en la impronta del cómic, les falta justificación de base de continuidad, y esos lapsus, crean vacíos imperdonables relacionados con seguimiento de la acción, este hecho lleva al espectador a desentenderse de la coherencia de la historia y a dejarse llevar mas por los elementos estéticos diferentes que conforman el todo, perdiendo así el interés por la realidad que motivan la acción.

Una vez planteada la temática argumental, la narrativa del film parece estar más pendiente del interés por los elementos estéticos y de lenguaje que la conforman: escenografía; rudeza de los personajes, con frecuentes destellos de crueles  comportamientos incoherentes; persecuciones a caballo; fotografía; frecuentes enfrentamientos armados; apariciones de personajes sorprendentes y, una medida y trabajada banda sonora. Pero todo ello no compacta lo suficiente una historia si no está perfectamente contada a partir de un guion sin fisuras. En “Sordo” echamos a faltar el cosido de algunos lapsus de situaciones que hacen difícil su coherencia por aquellos que no aceptamos del todo la gratuidad de una escena en pro del capricho del director por darnos espectáculo.

Me parece una película más ambiciosa de lo que el resultado final nos presenta, pero soy consciente que es un film que puede apasionar a un cierto sector del público con menos escrúpulos, aquellos que anteponen el gusto por la acción antes que por la historia.

Pepe Méndez