Año:  2019

Duración: 101 min.

País Reino Unido

Dirección Ken Loach

Guion Paul Laverty

Reparto

Kris HitchenDebbie HoneywoodRhys StoneKatie ProctorNikki MarshallHarriet GhostLinda E GreenwoodAlfie DobsonMark BirchRoss BrewsterJulian IonsCharlie RichmondBrad HopperMark BurnsStephen CleggNorman SansomJack Berry

Productora

Sinopsis

Ricky (Kris Hitchen) y su familia han estado peleando para salir adelante económicamente desde la crisis de 2008. Un día se presenta una nueva oportunidad cuando aparece una brillante furgoneta antigua, ofreciendo a la familia la posibilidad de crear su propio negocio. Sin embargo, la tarea no será fácil, especialmente debido al trabajo de su mujer (Debbie Honeywood) como cuidadora. Aunque los lazos de la familia son muy fuertes, pronto aparecerán las primeras fisuras…

Crítica:

Ken Loach no se va con componendas estilísticas ni subterfugios cinematográficos para abordar los complejos dramas humanos que tiene enfrente suyo. Observa los problemas de personas que se cruzan con él diariamente, amigos, conocidos o vecinos, y toma el pulso a las manipulaciones de un sistema social injusto que, hacen que la vida de una gran mayoría de población -no ya del llamado tercer mundo, sino, compatriotas nuestros que viven bajo la estructura de un sistema económico y político occidental que debería protegerles de tiranías patronales poderosas- entre en una espiral de dificultades económicas y atosigamiento social que hacen difícil la convivencia familiar y la normal reintegración de las personas a la sociedad con cierta dignidad.

Cada película suya es un certero disparo a la diana de anomalías y aberraciones del sistema en que nos movemos. La fuerza de sus historias está en la verdad y humanidad que imprime a sus personajes, al nervio narrativo y la fuerza que acompaña el discurso dramático sin apenas respiro ni tiempos muertos, con una cámara que parece puesta por casualidad en el escenario, para recoger, con la naturalidad e intensidad precisa que requiere en cada momento, la vida que por allí vaya pasando. De esta forma logra tal autenticidad, que nos atrapa sin pausas, con ritmo de crucero. No es que los personajes acompañen al espectador, es el espectador que les sigue por causas de comprensión con esos seres iguales a él, viviendo sus problemas tan parecidos a los que tendría cualquier ser humano en esas mismas situaciones: en casa de Ricky, debatiendo con su esposa las relaciones familiares o las íntimo afectivas; acompañando a su hija al cole; en su trabajo, repartiendo paquetes o, rogando al intransigente jefe que le conceda unas horas libres para atender un grave problema familiar.

Sorry we missed you es un claro exponente de como la crisis del 2008, en la que todavía estamos sumergidos, ha abierto nuevas fórmulas para que las empresas se inventen contratos draconianos difíciles de rechazar, a través de los cuales oprimir tanto a las familias más débiles, económicamente, hasta terminar por destruirlas. No importa el capital humano. Importa la rentabilidad económica de la empresa y el engorde de sus patronos.

Ken Loach no se anda con tonterías melosas para para agradar a los públicos adolescentes. Su cine es como un viento que hace restregarte los ojos para abrirlos más y que no te duermas. Unos personajes, en el fondo encantadores, agradables, cariñosos -cuando tienen tiempo para serlo- y con aspiraciones para la superación, se ven acorralados por las nuevas formas de explotación, y con toda la entereza y dignidad que poseen intentarán mantenerse unidos y entregar amor.

Ritmo endiablado. No habrá ni una escena ni un plano gratuito que no marque, con energía y enriquezca con señales el camino firme por el que, llenándola de emoción, transitará la historia.

Kris Hitchen y Debbie Honeywood encarnan a los dos personajes principales de una manera vibrante y enternecedora a la vez, y te hacen vivir intensamente sus emocionales conflictos humanos de una manera que la entiendes y sientes como verdadera.

Ayer, hoy y mañana. Ojalá tuviésemos Ken loach for ever

Pepe Méndez