Crónica: Manel Ferrer | Imágenes: Toni Rosado en SCANNER FM
Alejandra Ghersi, o lo que es lo mismo, Doña Arca, deleitó a un público entregado y que dejó a más de uno ido con su fulminante ruido futurista, que a momentos parecía la versión más loca de Autechre o Aphex Twin, creando atmosferas gélidas y profundas, solo rotas por las contundentes bases soltadas como bombas por una magistral Arca que a mi parecer se salió rotundamente.
Escudada por su pareja sentimental Carlos Sáez a los visuales, el tándem ofreció un espectáculo mucho menos provocativo de lo que la venezolana nos tiene acostumbrados, pero de una calidad sonora impecable. Lo que venía siendo presentado como un dj set de 4 horas, terminó por convertirse en una experiencia sensorial, con un show que se dividió a partes iguales entre live y dj set. Presentando en directo “@@@@@”, pieza publicada el día antes de su actuación en Razzmatazz y que da continuación a su último trabajo homónimo “Arca” (2017), este single experimental de 62 minutos de duración (publicado a través de XL Recordings) se alternó entre una infinidad de estilos, desde los ritmos latinos de Yanela Brook, hasta venirse arriba con el Vow de Garbage. Pero eso no es todo, la venezolana hizo alarde de su infinita selección musical y demostró que a la hora de mezclar géneros dispares no le gana nadie.
Me sacó la sonrisa con We Have Arrived, pieza extraída del «Classics» (1995) de Aphex Twin, o un corte de Enya, que terminó por ser una deconstrucción de electrónica experimental. Tampoco se olvidó de temas de sus anteriores trabajos como Anoche, Desafío o la fría y profunda Piel, donde la frágil voz estrangula los sentidos y consigue lo que parece difícil hoy en día en un concierto, que no es más que lo que tendría que ser siempre: mantener a todo el mundo en silencio.
Las cuatro horas y cuarto que al final se alargó el espectáculo pasaron volando, cumpliendo a la perfección con su cometido y donde volvimos a ver a una Arca muy cercana, pasándolo en grande mientras cantaba en directo, a ratos provocadora con sus sensuales bailes encima de los taconazos, maquillándose, cambiándose de faldilla y demostrando su amor a Carlos, andando de rodillas hasta la mesa donde dirigía las visuales, para luego resguardarse bajo ella unos minutos y darse una recarga de energía o lo que es lo mismo, un gran abrazo.
Una noche magistral antes de que Arca y Carlos Sáez recalen de nuevo en Barcelona para presentar su nuevo espectáculo la noche del viernes 19 de junio, dentro de la programación del festival Sónar.