El club de los buenos infieles
Año: 2017
Duración: 85 min.
País: España
Dirección: Luis Segura
Guion: Luis Segura
Música: Maikmaier
Fotografía: Miquel Prohens
Reparto
Fele Martínez, Jordi Vilches, Hovik Keuchkerian, Raúl Fernández, Eszter Tompa, Juan Manuel Cifuentes, Albert Ribalta, Adrián Lastra
Productora: WKND / Casual Films / Escándalo Films
Género: Comedia
Sinopsis
Cuatro amigos de la infancia, todos ellos casados, se reencuentran una cena de ex alumnos. Hablando se dan cuenta que sus matrimonios son un fracaso porque, aunque quieren a sus esposas, ya no las desean.
Crítica:
En su ópera prima Lluis Segura escribe un buen guion y logra una notable y divertidísima película, con un tema que, aunque no sea del todo original, sí que consigue arrollar al espectador por su buena puesta en escena, sus grandes interpretaciones llenas de espontanea naturalidad, integrando guiños a los personajes, como si se sorprendieran ellos mismos de las contradicciones que ponen en su boca, antesala de sus acciones, logrando un ritmo que ya desearían otras comedias de mucho más postín y presupuestos dirigidas por nombres más internacionales que el de este debutante.
Puede que no todo el mundo comulgue con el patetismo de algunos de los personajes, pero entiendo que se trata de eso, de jugar con las debilidades humanas, el autoengaño, la rutina del matrimonio combinado con el propio trabajo, las dudas que pueden surgir sobre la complacencia machista de su castillo y el dominio de la propiedad que encierra este, sin dejar de lado el tema de relación entre el amor y el sexo, complicándolo más aún con el sexo esporádico.
Como la película es un sarcasmo en la que se trata de mostrar algunas debilidades que se manifiestan con más fuerza, en el hombre cercano a cumplir los cuarenta, Segura nos presenta a cuatro amigos de la infancia, alrededor de esa edad, aparentemente triunfadores en el trabajo y felices con sus parejas, pero que al autoanalizar seriamente sus casos empiezan a encontrar lagunas y autoengaños e intentan, como un equipo, darle una salida sus carencias para llenar esos vacíos.
A partir de ahí, las peripecias se suceden y podemos encontrar una serie de situaciones con percances mil, que no siempre se resolverán a gusto de todos, porque no todos están de acuerdo en las felices aventuras que programan.
El director ha sabido crear acertadamente cuatro personajes -que avanzando la historia sumarán seis- que representan todo un abanico de caracteres distintos -cuyo perfil es fácil identificar en personas que seguramente conocemos- y que nos ofrecen una serie de situaciones divertidas, llenas de psicología, logrando una empatía con los personajes debido a sus desvalidas y aparentemente maltrecha situación en la que quedan sus vidas. Todo ello contado con un ritmo que no decae en ningún momento, ya que antes de que se avecine que eso puede suceder aparece el giro propio de toda buena comedia para centrarnos el interés en una nueva sub-trama.
Es una película en la que los protagonistas son los hombres, pero en la que las mujeres tienen gran peso, aunque no estén, porque son el motor de la historia. De las historias que se cuentan, a pesar de que es cierto que están impregnadas más de psicología y comportamientos masculinos, hecho que no debería ir en detrimento del interés del público femenino.
Pepe Méndez