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Título original: La hija de un ladrón
Año: 2019
Duración: 102 min.
País: España
Dirección: Belén Funes
Guion: Belén Funes, Marçal Cebrian
Fotografía: Neus Ollé
Reparto
Greta Fernández, Eduard Fernández, Àlex Monner, Frank Feys
Sinopsis
Sara ha estado sola toda su vida. Tiene 22 años y su deseo es formar una familia. Su padre, Manuel, tras años de ausencia, al salir de la cárcel, decide reaparecer en sus vidas.
Crítica:
La incursión de Belen Funes en el mundo del largometraje es atrevida y valiente, abordando un tema en su ópera prima “La hija de un ladrón, doloroso, visceral y, desde el punto de vista social, complejo.
La directora, a través de su personaje, Sara, (Interpretado con la naturalidad y soltura propia de una veterana por Greta Fernández) hace un recorrido por toda una serie de situaciones que se pueden encontrar en la marginalidad y el desamparo más absoluto de muchos jóvenes de barrios periféricos, que podrían ser el reflejo de las mil dificultades que estos encuentran para superar sus problemas de aislamiento y, el intento de integrarse a la sociedad con dignidad y la esperanza de alcanzar algo mejor que lo que tienen.
Sara anda perdida entre un padre que no ve ni le atiende y que sabe que nada puede esperar de él, aunque como es una ingenua romántica, pese a la evidencia, conserva una cierta esperanza; un hermano con discapacidad, pero con el que se vuelca para poder ayudarle; como joven madre se empeña en compartir su vida con el padre de su bebé, un jovencito que tiene predisposición a colaborar en sus cuidados pero no a vivir en pareja. Todo eso y una pequeña discapacidad en un oído no le quitan el ánimo para buscar trabajo con empeño y conseguir ser independiente, pero, pese a la fuerza de su juventud y su incansable voluntad positiva por superar dificultades, estas son difíciles de vencer si los demás no colaboran. Ese es el talón de Aquiles de Sara, la creencia que los que hay alrededor reconocerán su valía y le arroparán en estabilizar su situación social y afectiva pero la realidad es que Sara se tendrá que enfrentar sola para vencer escollos y no desfallecer para superarse, cuando descubra lo que mas teme: que una vez más está sola en su aislamiento, como siempre.
Una realidad que hace temblar todo el vigor de su juventud, y que, como espejo social puede congelar la sonrisa del espectador.
Los actores, bien dirigidos por Belen, se mueven con naturalidad y soltura, pero donde salta la excepcionalidad es en Greta Fernández, donde esta coge el personaje de Sara, lo hace suyo con aplastante convicción y fuerza, y no lo suelta hasta el final. Esta es una película de Sara y, por ende, una película de Greta como actriz que absorbe todo, por eso la directora nos presenta una narración en donde hay muy pocos planos en donde no aparezca su personaje.
Pepe Méndez
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